¿Por qué políticos europeos y medios de comunicación tienen miedo de Elon Musk?

El establishment político y mediático en Occidente ha declarado la guerra a Elon Musk. El Primer Ministro británico, Keir Starmer; el presidente francés, Emmanuel Macron; el vicecanciller de Alemania, Robert Habeck; el Primer Ministro noruego, Jonas Gahr Støre; también Salvador Illa. Son algunos de los mandatarios que han acusado al propietario de Testa, X y SpaceX de injerir en las democracias europeas.

Las acusaciones las han comprado también políticos más irrelevantes como Gabriel Rufián (ERC), David Cid (Comuns) o Laure Vega (CUP). Y, evidentemente, tampoco han faltado a la cita los medios de comunicación exageradamente regados con dinero público como El País, TV3, Vilaweb o La Sexta.

Cualquiera podría pensar que la lucha contra estas supuestas injerencias de Elon Musk por parte del sistema político y mediático es sincera. Sin embargo, la hemeroteca y los precedentes lo único que hacen es poner en duda este propósito que ahora quiere abanderar este establishment.

¿Realmente, de qué tiene miedo el sistema?

Durante décadas, todo tipo de administraciones han influido en el relato mediático a base de regalar millones y millones de dinero público a los principales medios de comunicación. Y a todos los que formaban parte de esta especie de cártel, estaban encantados con el juego porque todos ganaban.

Tampoco ponía nadie el grito en el cielo cuando magnates internacionales financiaban medios de comunicación y periodistas. Millonarios como George Soros o Bill Gates llevan años regando periódicos, televisiones, radios y diarios digitales con sus fundaciones. Sin embargo, aquí tampoco había nada de malo porque todo el cártel se beneficiaba de ello.

Los medios de comunicación que callaban mientras vivían en abundancia gracias al dinero público y a las donaciones de Soros y Gates, ahora critican a Elon Musk. Y eso que el propietario de Tesla simplemente se ha dedicado a dar su opinión en sus redes sociales.

Todo parece indicar, pues, que lo que le molesta al establishment es, simplemente, el hecho de haber perdido el monopolio de la información. Por ejemplo, ‘fake news’ ha habido siempre. Sin embargo, Twitter (ahora X) es la única plataforma que permite a la comunidad añadir contexto a las publicaciones falsas o sesgadas.

En los últimos tiempos, hemos visto cómo los usuarios han tenido que añadir contexto a noticias de medios como Nació Digital, TV3 o RAC1 porque habían publicado tuits con informaciones erróneas o directamente falsas. Y precisamente esto, la fiscalización de medios y políticos por parte de la población, es algo que no gusta al sistema.

Hay otro ejemplo para ver claramente de qué va toda esta campaña contra Elon Musk. En Cataluña, TV3 ha entrevistado más a representantes del Bloque Nacionalista Gallego que a dirigentes de Aliança Catalana, que tiene representación en el Parlament. También ha entrevistado las mismas veces a gente de Podemos que a dirigentes de Vox, a pesar de que uno no tiene representación en el Parlament y el otro tiene 11 diputados.

Sin embargo, se quejan cuando Elon Musk decide utilizar su perfil personal en X para entrevistar a la candidata de Alternativa por Alemania. Como cuando criticaban y señalaban a medios y periodistas como E-Notícies o Sergi Maraña porque publicábamos información sobre Sílvia Orriols mientras ellos le aplicaban un cordón sanitario.

Cada vez hay más gente que ve como Elon Musk simplemente ha destapado las vergüenzas de un sistema que hasta ahora controlaba todo el relato, pero que los nuevos tiempos han girado por completo la tortilla. Y ahora la información está mucho más democratizada y no la monopolizan unos cuantos. Aquellos que durante décadas han disfrutado del control absoluto de las noticias y la opinión sin que nadie les pudiera cuestionar y gracias a una ingente cantidad de dinero público y también procedente de magnates.