
Pedro Sánchez teme una escalada entre Oriol Junqueras y Carles Puigdemont
La ofensiva de Junts puede arrastrar ERC a una posición más intransigente con los presupuestos
La entrada de Junts en la ecuación complicó la relación del Gobierno con sus socios en esta legislatura. La parte más difícil de llevar ha sido la del equilibrio entre ERC y Junts, enfrentados por conseguir la hegemonía del independentismo. Un año y medio después Pedro Sánchez teme que la tensión creciente entre Junts y ERC les lleve a romper con el Gobierno.

El peligro más inminente es que la ofensiva de Junts contra el Gobierno socialista arrastre a ERC a una posición más intransigente con los presupuestos. Los republicanos parecían más dispuestos a negociar y aprobar las cuentas para salvar a Pedro Sánchez. Pero en las últimas horas Junqueras ha lanzado una serie de órdagos que han descolocado al PSOE.
Oriol Junqueras ha dicho que nunca han estado tan lejos como ahora de aprobar los presupuestos. Ha desacreditado a María Jesús Montero como mediadora, y ha abierto la puerta a que la militancia de ERC vote en un referéndum interno sobre la continuidad del apoyo a Salvador Illa. Farol o no, la verdad es que es la primera vez en seis años que ERC eleva el tono de esta manera contra sus aliados socialistas.
ERC y Junts, una disputa que preocupa en Moncloa
En el trasfondo hay un evidente enfado de Oriol Junqueras por los reiterados incumplimientos de PSOE y PSC. Sobre todo con la financiación singular, cuyos atajos y retrasos en el calendario han erosionado la confianza de los republicanos. Junqueras cree que dar su apoyo a los presupuestos en Madrid y en Cataluña con la financiación en el aire sería acabar de hundir las expectativas electorales de ERC.
Pero hay otra razón, y es el runrún sobre una posible ruptura de Junts con el PSOE antes de que se acabe la legislatura. Carles Puigdemont quiere agitar la coctelera para cambiar radicalmente la dinámica de unas encuestas que le son cada vez más adversas. Barrunta que ahora es un buen momento para dejar caer al Gobierno socialista, antes de que la crisis del propio gobierno les arrastre a ellos.
Si Junts lleva adelante su ofensiva contra los socialistas, el que teme hundirse con el PSOE es Oriol Junqueras. Y ahí está el gran temor de Pedro Sánchez: que ERC se deje arrastrar por la estrategia de Junts para no salir perdiendo en la refriega.
El PSOE teme pues que la escalada entre ERC y Junts les acabe arrojando a una ruptura con el Gobierno de Pedro Sánchez. En el peor de los casos, la sangre podría llegar al río de la Generalitat. Aunque por ahora la alianza ERC-PSC parece no estar en peligro.
Se esperan más concesiones
Frente a este escenario, el PSOE se prepara para hacer más concesiones que apaciguen la guerra entre sus socios procesistas. Pedro Sánchez se prepara para un otoño caliente, tanto en los tribunales como en la actividad parlamentaria. Para afrontarlo necesita un gobierno fuerte, y su prioridad es amarrar el apoyo de ERC y de Junts.

Si quiere reconducir la legislatura, el PSOE tiene que afrontar algunas carpetas que hasta ahora había ido esquivando. Sobre la mesa está la financiación singular, las competencias en inmigración y el traspaso de Rodalies. Pero también la oficialidad del catalán en Europa, la aplicación de la amnistía y, en última instancia, el referéndum de autodeterminación.
¿Se atreverá Pedro Sánchez con ello? Esta es una línea roja, la del referéndum, que el PSOE siempre ha tenido claro que no quería cruzar. Ahora, con Pedro Sánchez en la lona, las cosas pueden cambiar.
En un momento en el que Gabriel Rufián está llamando a la unidad de las izquierdas periféricas, el PSOE puede explorar la cuestión territorial como revulsivo. Sería la culminación, aunque a la desesperada, del proyecto que pusieron en marcha Sánchez, Igeslias y Junqueras en 2019.
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