Otro éxito de la Cataluña de los 8 millones: la sanidad, de nuevo al borde del colapso

Hace unos meses, el Govern se colgaba la medalla de haber conseguido superar los 8 millones de habitantes. "La Cataluña de los 8 millones", decían orgullosos nuestros dirigentes mientras ya ponían la mirada en los 9 e incluso 10 millones.

Cataluña ha crecido de 6 a 8 millones en apenas 30 años, es decir, crecimiento del 30% en tres décadas. Además de las complicaciones que supone este rápido crecimiento en tan poco tiempo, el reto se vuelve aún más grande si este aumento poblacional se basa, principalmente, por la llegada de inmigración. Solo respecto al año pasado, Cataluña creció en 115.000 habitantes, la mayoría de ellos extranjeros. Para hacernos una idea, sería el equivalente a crear una nueva Santa Coloma de Gramenet cada año.

Crecer así de rápido implica que también tengan que crecer los servicios. Sin embargo, no parece ser así si miramos, por ejemplo, la situación actual del sistema sanitario. La sanidad catalana se encuentra al borde del colapso. Se encuentra en una situación límite en la que faltan camas, recursos y profesionales.

El drama actual de la sanidad pública catalana

Los ciudadanos de Cataluña son los que pagan más impuestos de todo el Estado. Pero, desgraciadamente, esto no evita que tengan problemas a la hora de ser atendidos por un sistema público de salud colapsado. Los profesionales no dan abasto.

De hecho, el mismo Ministerio de Salud admitió que actualmente faltan 20.000 enfermeras en la sanidad pública. Y lo peor de todo es que se calcula que este déficit no se solucionaría hasta dentro de más de 22 años. Si la población va creciendo a un ritmo más alto de lo que lo hacen el número de profesionales, estamos ante un problema que seguramente no se solucionará nunca.

Con un sistema de salud que va tan al límite, es normal que se llegue al borde del colapso cuando aparecen brotes de distintas enfermedades. Es lo que pasa actualmente con la gripe y dolencias similares. Pasa cada año y este 2025 no está siendo una excepción. Sindicatos aseguran que en estos momentos Cataluña tiene centros médicos y plantillas completamente "desbordadas". Enfermeras doblando turnos, pacientes acumulando 80, 90 e incluso 125 horas en urgencias, camas en los pasillos... la situación, señalan, es desesperante.

Así pues, este es el panorama en Cataluña. Mientras las autoridades fríen a impuestos a los ciudadanos, los recortes y la falta de recursos se convierte en un hecho habitual en una sanidad pública colapsada que parece no ser capaz de asimilar el vertiginoso incremento de la población en los últimos años.