
Nace un movimiento parar los pies a quienes han hundido la educación en Cataluña
El Frente Común por una Educación de Calidad ha elaborado un manifiesto con 14 medidas
La educación ha sido uno de los grandes fracasos de las políticas de los gobiernos en Cataluña estos últimos tiempos. Ahora docentes y familias se han unido para crear un Frente Común por una Educación de Calidad (FCEQ). Exigen una revisión de las políticas educativas que han situado a los alumnos catalanes como los peores en cálculo y comprensión lectora.

El fracaso escolar en Cataluña tiene nombre y apellidos, y ha sido el cúmulo de una serie de malas decisiones. Sobre todo, la imposición de metodologías pseudocientíficas que han sustituido el conocimiento y el esfuerzo por conceptos como las motivaciones del alumno.
A eso se refiere precisamente esta nueva plataforma en un manifiesto donde piden elevar la excelencia educativa.
Se presentan como una “coalición de docentes, familias y sociedad civil” que se unen para exigir cambios metodológicos en las aulas de Cataluña. Piden “la implementación de unas políticas educativas que permitan a todos los alumnos, independientemente de sus orígenes socioeconómicos, ser ciudadanos intelectualmente autónomos, emocionalmente maduros y socialmente responsables”.
Un cambio educativo urgente
Parten de la constatación de una “caída alarmante del nivel académico” acreditada por las pruebas PISA y de competencias básicas. Pero ponen también el acento en el “bienestar emocional de los infantes y adolescentes y la convivencia escolar”.
Señalan directamente a las “administraciones” que han “transformado el sistema educativo” mediante “la introducción de innovaciones pseudocientíficas que ignoran el conocimiento, el esfuerzo y el sentido de la responsabilidad”.
Alerta de que actualmente “buena parte de los alumnos corren el riesgo de acabar la escolarización siendo personas inmaduras y profesionalmente incompetentes”. Hace hincapié en que los principales afectados “son los hijos de la clase trabajadora”.

Relacionan las políticas educativas fracasadas con el incremento de la desigualdad social, la polarización ideológica y la precariedad laboral. Y reclaman un modelo educativo “basado en la excelencia académica y ética que permita avanzar hacia la igualdad y la prosperidad económica”.
Medidas propuestas por el FCEQ
El manifiesto recoge varias propuestas para mejorar el sistema educativo en la escuela pública catalana:
- Fijar en toda la red educativa pública altos estándares académicos y éticos que permitan a los alumnos alcanzar una mejor versión de ellos mismos a través de la superación.
- Establecer un currículum estructurado en materias y basado en la transmisión de conocimientos humanísticos, científicos, técnicos y artísticos. Que especifique con precisión los conocimientos y los criterios de evaluación.
- Poner en valor las titulaciones, exigiendo la superación de todas las materias para graduarse y restablezca las recuperaciones de septiembre en la secundaria.
- La instauración de un sistema de evaluación objetivo sencillo y preciso, que sustituya el modelo abstracto y subjetivo de evaluación por competencias.
- Proporcionar a los alumnos el refuerzo adecuado para que no queden atrás en su desarrollo.
- Reconocer al docente como autoridad pública y hacer de los centros educativos espacios seguros de convivencia y aprendizaje.
- Evitar la difusión de metodologías pedagógicas no contrastadas. Formar a los profesores en la actualización de las materias y su divulgación.
- Revisar las pruebas de acceso a la docencia y confiar en el criterio profesional del profesorado.
- Derogar los decretos de autonomía de los centros, direcciones y plantillas de ámbitos catalán para impedir decisiones arbitrarias y clientelismo. Garantizar el derecho a la libertad de cátedra y proteger al profesorado de coacciones para que se apliquen determinadas metodologías.
- Controlar la calidad de la enseñanza en las diferentes etapas mediante pruebas externas independientes y transparentes.
- Establecer mecanismos de validación y homologación de los libros de texto y otros materiales didácticos por parte de las sociedades científicas correspondientes.
- Apreciar el patrimonio cultural de todas las lenguas del Estado y potenciar el dominio de las lenguas cooficiales así como el conocimiento de su canon literario.
- Formación del alumnado en la utilización de herramientas de ofimática y el uso crítico y responsable de internet.
- El desarrollo o adquisición para todos los centros de un programario eficiente y libre que garantice la protección de datos de carácter personal.
En definitiva, docentes y familias consideran que el pedagogismo se ha cargado la excelencia del sistema educativo público en Cataluña. Piden que se vuelva a conocimiento y criterios de evaluación objetivos, a la cultura del esfuerzo y a la autoridad del profesor. También al rigor en la aplicación de medias disciplinarias para la convivencia y la seguridad.
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