La muerte de Bakary: la hipocresía de la izquierda catalana y su 'queremos acoger'
El caso desvela lo peligroso de alentar la inmigración masiva sin disponer de los recursos suficientes
Algunos partidos en Cataluña llevan tiempo denunciando las consecuencias de la inmigración masiva. Estos mismos partidos son sistemáticamente señalados por la izquierda y el buenismo como “racistas” y “extrema derecha”.
El caso de la muerte de un sintecho senegalés en Barcelona ha puesto de manifiesto la contradicción del relato de la izquierda. Así como los límites de la acogida en una Cataluña sin los recursos suficientes para hacer frente al repentino aumento de la población.
Bakary Diba tenía 34 años, procedía de Senegal, y aunque llevaba siete años malviviendo de la chatarra en Cataluña, no tenía papeles. Las organizaciones y los medios difunden el caso para seguir reivindicando la necesidad de más y mejor acogida. Mientras, cada vez más personas como Bakary siguen malviviendo en un sistema colapsado.
La casualidad ha querido que este senegalés viviera en el parque de la Ciutadella de Barcelona. Justo en el sitio donde cada día pasan los diputados proinmigracionistas cobrando hasta 120.000 euros mientras alientan el efecto llamada.
Estos partidos se llenan la boca con discursos para la galería. Pero cuando se evidencia la incapacidad de acoger ilimitadamente por la falta de recursos, se desentienden.
En el peor de los casos, como el caso de este senegalés fallecido en la intemperie, aparecen los lamentos hipócritas.
Sin los recursos necesarios
Bakary Diba murió enfermo y víctima de la ola de frío ya que vivía a la intemperie en el Parc de la Ciutadella. Este céntrico parque barcelonés se ha convertido desde hace tiempo en refugio de las personas sintecho. En los últimos años se ha multiplicado la presencia la presencia de personas sin hogar que acampan allí.
Muchos de ellos, como el senegalés fallecido, son inmigrantes que no han encontrado en Cataluña la prosperidad soñada cuando salieron de su casa. La comunidad africana carga ahora contra el hospital y denuncian "racismo institucional" por parte de las administraciones. El centro médico, sin embargo, defiende que siguieron los protocolos junto con los servicios sociales.
La realidad es que la administración tiene unos recursos limitados, incapaces para hacer frente a olas migratorias de gran alcance. Lo cual contradice el relato progre que enaltece la Cataluña de los ocho millones y sigue pregonando la necesidad de más acogida.
Activistas y organizaciones de la izquierda se han sumado a la denuncia del racismo institucional. Afirman que "morir de frío porque no tienes hogar es violencia", mientras siguen promocionando la inmigración irregular sin decir con qué recursos afrontarlo. Los partidos que proponen una inmigración regulada son inmediatamente tachados de xenófobos y ultraderechistas.
Críticas a la izquierda
Este nuevo ejercicio de cinisimo ha tenido su respuesta en las redes. Son muchas las críticas a las organizaciones que ahora lamentan la muerte de Bakary, y a las que responsabilizan de dramas como este. También cargan contra los medios de comunicación como TV3, y su sobreexposición de casos como este.
"Una vecina de mi barrio no llegaba a fin de mes, se ha tirado por la ventana dejando una hija y marido. No he visto su foto ni el nombre publicado", dice uno de los mensajes en redes. "Ahora podéis publicar el nombre de los abuelos que mueren solos esperando cobrar la ley de dependencia", afirma otro.
En los mensajes se percibe un hartazgo de muchos catalanes por el enfoque del establishment político y mediático con la inmigración. Se preguntan por qué solo se da voz a este caso. Y piden denunciar a las mafias de la inmigración ilegal y a las organizaciones que rescatan inmigrantes para luego abandonarlos a su suerte.
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