
Un militante de la CUP amenaza a su exnovia, pero un juez no lo considera delito
La víctima denuncia que Marc Ferrer aprovechó su vulnerabilidad para amenazarla. 'Hacia ti tampoco habrá piedad', dijo
Aïda y Marc Ferrer fueron pareja durante casi dos años. A pesar de la historia de amor que vivieron, la relación entre esta chica y este militante de la CUP ha acabado en los juzgados. Y es, recientemente (y pasados ya unos años del fin de su relación), el activista amenazó públicamente a su exnovia, justo cuando esta anunció que se había dado de alta como militante de Aliança Catalana.
"Hacia ti tampoco habrá piedad", dijo Ferrer en su cuenta personal en Blue Sky. De hecho, este bombero voluntario catalán tiene un largo currículum de tuits violentos. Hace unos días, por ejemplo, reivindicaba que “el racismo y el fascismo” se les combate “por todos los medios”, incluso los “armados”. Es decir, se trata de una persona que abiertamente hace apología del terrorismo.

Aprovecha una situación de vulnerabilidad
Aïda, además, denuncia que estas amenazas son especialmente graves. Ya no solo por las amenazas en sí. Si no porque, hace unos años, ella fue víctima de una violación y paliza de otro militante de la CUP. Ferrer es conocedor de estos precedentes y, por lo tanto, es consciente del daño psicológico que puede causar con sus amenazas directas por redes sociales, cuenta la víctima.
Es más. Debido al primer caso, Aïda tuvo incluso que mudarse de ciudad, desplazándose hasta casi dos horas del que era su hogar. Ahora, por culpa de este segundo caso, vuelve tener el temor de ir por según qué sitios. Y es que Marc es de Terrassa y allí Aïda tiene parte de su familia, a la que visita periódicamente. Y, lógicamente, lo hace con miedo ante las amenazas del que fuera su pareja durante casi dos años.
El juez considera que amenazar con ‘no tener piedad’ entra dentro del derecho a la libertad de expresión
Esta semana, el caso ha llegado a los juzgados. Cómo se trata de una expareja, lo ha hecho en los juzgados que abordan casos de violencia de género. Tras tomar declaración a las partes, el juez apostó por el “sobreseimiento provisional” del caso.

El magistrado considera que las amenazas e insultos (también llamó a su expareja “fascista, racista y nazi” a la vez que publicaba una imagen de un símbolo nazi en llamas) entra dentro del derecho a la libertad de expresión. Y considera que los hechos no son “constitutivos de infracción penal”.
Eso sí, el magistrado se negó a imponer el pago de costas judiciales a ninguna de las partes. Según ha podido saber E-Notícies, Marc Ferrer contaba con una abogada del colectivo Alerta Solidària, que propuso que Aïda pagase todas las costas, pero el juez no aceptó tal petición. Una petición que, claramente, intentaba sentar un precedente para amedrentar a otra gente que se le ocurriera denunciar amenazas por parte de gente relacionada con la CUP.
Marc Ferrer, además de un activo tuitero, forma parte de la CUP desde 2007 (antes militó en Esquerra Republicana). Incluso llegó a presentar actos del partido en algunas campañas electorales. Además, también forma parte de otros colectivos llamados “antifascistas” como Unitat Contra el Feixisme i el Racisme. De hecho, ha ejercido habitualmente como portavoz de esta entidad en varias ocasiones.
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