Agente de los Mossos d'Esquadra de espaldas junto a un coche patrulla azul con luces encendidas
POLÍTICA

De La Mariola a La Florida: ¿Han llegado las zonas no-go en Cataluña?

La autoridad ya no rige en barrios catalanes donde se suceden las peleas y los tiroteos

El barrio leridano de La Mariola fue escenario la madrugada del 13 de septiembre de una batalla campal que no acabó en tragedia gracias a la actuación de la policía. El barrio de La Florida, en L’Hospitalet, fue escenario la madrugada del pasado jueves de un tiroteo que dejó un herido grave. Días atrás, otro tiroteo en Mollet del Vallès dejó varios heridos graves, uno de los cuales acabó muriendo. 

Policías con equipo antidisturbios frente a vehículos con luces azules encendidas en una calle iluminada por la noche.

Estos incidentes han vuelto a encender las alarmas sobre el aumento de la inseguridad en barrios de Cataluña. El Govern tiene en marcha varios planes de choque contra las armas blancas, las armas de fuego y la multirreincidencia. Pero se está encontrando con la dificultad de garantizar la seguridad en barrios que acumulan muchos años de degradación.

Ante esto surge la pregunta de si en algunos de estos barrios la situación es irreversible. Es decir, si como ocurre en países europeos como Francia y Suecia, también han llegado a Cataluña las llamadas zonas no-go.

Impunidad, primer paso para la aparición de zonas fuera de control

Una zona no-go es aquella donde una comunidad impone sus leyes creando un espacio de impunidad donde la autoridad no puede imponerse. Normalmente está estrechamente vinculado a la consolidación de comunidades extranjeras que se convierten en contracomunidades.

Así ocurre en barrios como Font de la Pòlvora (Gerona) o La Mariola (Lérida), donde los clanes gitanos protagonizan violentos enfrentamientos. Este es un problema enquistado desde hace años en San Cosme (El Prat) y La Mina (Barcelona), que lideran el ranking de barrios más peligrosos de España. En otro lugares como Salt (Gerona) o La Florida (L'Hospitalet), el foco de los problemas suelen ser otras comunidades como la de origen islámico. 

La impunidad extendida durante año bajo los gobiernos progresistas y procesistas en Cataluña ha sido el primer paso para la aparición de estos problemas. En el origen de esta delincuencia suele haber problemas como la okupación y el tráfico de drogas. Estos fenómenos siguen en auge pese a la aparente reducción de la delincuencia que muestran los datos oficiales.

El problema de estas zonas es que la policía ha perdido su autoridad y acaba rigiendo la ley impuesta por estas comunidades. Una muestra de ello es el aumento de las agresiones a policías en Cataluña estos últimos años. Hace unos meses, una batalla campal en La Mariola acabó con seis agentes heridos.

Situación irreversible en algunas zonas

Los Mossos han alertado de este aumento de la violencia contra la policía, y han advertido de que en ciudades como Salt la situación es irreversible. Esto ha ahuyentado a vecinos de toda la vida que ante la escalada de violencia deciden irse a otro lado a vivir. 

El aumento de la inseguridad se extiende a muchas otras ciudades como Tortosa, Terrassa, Manresa, Mataró y barrios de Barcelona como Sant Antoni y el Raval. El director de los Mossos d'Esquadra, Josep-Lluís Trapero, ha advertido esta semana sobre la multirreincidencia. Entre otras cosas, dijo que este fenómeno ya se está expandiendo desde Barcelona a ciudades medias.

Ante esto, el Govern del PSC pide paciencia para que los planes de choque den resultados. Partidos como Aliança Catalana, PP y Vox piden mano dura contra la okupación y la multirreincidencia. Otros como Junts, ERC y una parte de la CUP empiezan a dar un giro estratégico después de años alimentando esta situación.

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