La polémica de Lalachus desenmascara el doble rasero progre con el islam
Quienes intentaron burlarse de Mahoma acabaron muertos y traicionados por el silencio cómplice de la izquierda
Lalachus y David Broncano protagonizaron las Campanadas más politizadas de los últimos años en TVE. El Fin de Año más woke tuvo de todo, desde una reivindicación de la diversidad de cuerpos hasta el tema de moda, la vivienda. Pero también una flagrante incongruencia que desató la primera gran polémica de este 2025.
Lalachus pidió respeto para los cuerpos no normativos, pero se mofó de los cristianos con una estampita del Sagrado Corazón con cabeza de vaquilla. Hazte Oír y la Conferencia Episcopal han denunciado a los presentadores por un delito contra los sentimientos religiosos.
Hazte Oír denuncia el "escarnio público" y la ofensa "a propósito" contra las creencias religiosas de "millones de españoles". Así mismo, señalan una "creciente tendencia a trivializar y despreciar las convicciones religiosas de los cristianos". Lo cual, advierten, contradice la voluntad de construcción de una sociedad "tolerante e inclusiva".
El gesto provocó la indignación de miles de españoles, que ven como se pisotean los símbolos religiosos cristianos en la televisión que pagamos todos. La polémica hace aflorar una vez más el doble rasero de los progres con el cristianismo y el islam.
Cuando la izquierda dio la espalda a Charlie Hebdo
Su obsesión por atacar los símbolos y la fe cristianos contrasta con el escrupuloso respeto que muestran hacia el islam. Muchos se preguntan ahora qué hubiera pasado si en lugar de una estampita del Sagrado Corazón hubieran sacado una caricatura de Mahoma. Quienes lo han intentado han acabado muertos, como los caricaturistas de Charlie Hebdo.
De hecho, la izquierda progre dio la espalda a Charlie Hebdo tras el atentado y llegó a acusar a la revista de haber virado a la extrema derecha. En su primera entrevista en un medio español, su director Riss afirmó que "la izquierda nos ha traicionado" y alertó de que "una ofensiva para imponer el islamismo". El 'Yo no soy Charlie Hebdo" de la izquierda demostró que ante la libertad y la islamofilia, siempre eligen la islamofilia.
La polémica vuelve ahora a España de la mano de Lalachus y David Broncano. La élite progresista, desde Gabriel Rufián y Jordi Évole hasta el ministro de Justicia, Félix Bolaños, han salido a defender a los presentadores. Y de paso a acusar de ultraderecha a todo aquel que incluso sin ser creyente denuncia la ofensa a millones de cristianos.
Al otro lado, el diputado de Vox en Cataluña Joan Garriga ha dicho que "lo valiente sería meterse con el islam". Lucía Extebarría denunció que "a los católicos los lapidamos, pero sobre la sharia nos callamos".
Ataque a los símbolos religiosos (cristianos)
No es la primera vez que los progres atacan a los símbolos religiosos, y muchos ven una campaña sistemática contra los valores occidentales. Ocurrió recientemente en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos en París, donde también se atacó a los símbolos religiosos. O en Semana Santa, con carteles de 'Cristo Gay' y otras ofensas conscientemente tramadas.
En Cataluña, sin ir más lejos, ha habido varias polémicas por la censura a los símbolos cristianos durante los actos navideños. Se suprimieron imágenes religiosas y tradiciones para no molestar a otras religiones. Lo cual contrasta con el fervor de la izquierda hacia el Ramadán.
Lo mismo ocurre con los ataques de organizaciones radicales de izquierda a lugares de culto católicos, como iglesias. Suelen aparecer pintadas como "la única iglesia es la que arde". Pero nunca atacan mezquitas pese a que muchas de ellas profesan el salafismo, una versión radical del islam contraria a la libertad, el feminismo y la diversidad sexual que luego defienden.
Más noticias: