Junts vuelve a tender la mano a Illa con los presupuestos y pide bajar impuestos

Salvador Illa llegó a la Generalitat con un tono triunfalista sobre las perspectivas de la economía catalana, y un ambicioso plan para la “tercera transformación de Cataluña”. Pero la no aprobación de los presupuestos compromete las inversiones públicas y entorpece la gestión económica y financiera del país. Ante esta situación, Junts se ha ofrecido nuevamente al PSC para negociar las cuentas de 2025.

El PSC fió los presupuestos a la negociación con sus socios de investidura, ERC y Comuns. Cuando los republicanos dieron portazo, los socialistas renunciaron a registrar las cuentas para negociar con otras formaciones. 

Este jueves en el Parlament, el diputado y vicepresidente de Junts Antoni Castella ha pedido al PSC y a sus socios que registren los presupuestos para poder negociar. Lo ha hecho en el marco de una interpelación sobre las perspectivas de la economía catalana. Junts ha formulado varias propuestas para disminuit la presión fiscal en Cataluña.

La moción de Junts ha dado pie a un debate donde se ha evidenciado la polarización. PSC, ERC, Comuns y CUP han defendido la política fiscal progresiva que impera en Cataluña, y han acusado a Junts de defender los intereses de las élites económicas. PP, Vox y Aliança Catalana han compartido, cada uno con sus matices, la necesidad de bajar impuestos en Cataluña.

Junts tiende la mano

Antoni Castellá constató en sede parlamentaria la “gravedad” de no tener presupuestos. “Es perjudicial para la economía catalana”, alertó. Pese a los “buenos indicadores” económicos en Cataluña, “los presupuestos son la herramienta más importante de las políticas públicas”. Y en este sentido “no hay peor política económica que no tener política económica”.

Castellá advierte que sin presupuestos ni ley de acompañamiento, lo único que puede hacer el gobierno catalán es “ir gestionando”. El diputado aseveró que no tener presupuestos afectará a la economía catalana a medio plazo, en cuatro o cinco años. Pero también que tiene un claro perjuicio en la calidad de los servicios públicos, a corto plazo.

“Registren los presupuestos, hagan una propuesta e intentemos llegar a acuerdos”, insistió Castellà al PSC. Y mostró nuevamente su voluntad de llegar a acuerdos en este apartado.

Inversiones y rebaja fiscal

Más allá de los presupuestos, Junts ha apelado a la necesidad de garantizar las inversiones estratégicas del país. La más importante, la inversión de Repsol de más de 800 millones de euros en la Ecoplanta del Camp de Tarragona para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Castellà ha alertado de que inversiones como esta “están en riesgo”.

Junts también ha propuesto “aliviar la presión fiscal” sobre las pequeñas y medianas empresas y las rentas más bajas. Así como rebajar el tramo autonómico del IRPF aplicable a las rentas más bajas y perceptores del salario mínimo interprofesional.

Incompatibilidad

Las intervenciones de PSC, ERC y Comuns evidenciaron la distancia entre el Govern y Junts. El diputado socialista Jordi Riba esquivó la oferta de Junts sobre los presupuestos, y se centró en las "buenas" perspectivas de la economía catalana. Señaló los "puntos fuertes" de la economía como "una mayor inversión y consumo privado" y la fortaleza del sector tecnológico.

Así mismo, subrayó la incompatibilidad de los proyectos del PSC y Junts. Reporochó a Junts que en sus propuestas siempre incluyen la rebaja fiscal "pero nunca incluyen la pobreza y la justicia social". Riba acusó a Castella de "querer solo vender su relato".

En la misma línea, ERC y Comuns acusaron a Junts de defender los intereses de las grandes corporaciones y los grandes tenedores. Contra la rebaja fiscal que propone Junts, defendieron la necesidad de una fiscalidad progresiva para no desmantelar los servicios públicos.

En definitiva, el debate económico de este jueves en el Parlament ha evidenciado que el PSC sigue maniatado por ERC y Comuns. Esto le lleva a repetir las mismas recetas de ahogo fiscal que han predominado estos últimos años en Cataluña. También ha mostrado el aislamiento de Junts, incapaz de influir en la política económica del Govern frente a Esquerra y Comuns.