
Junts aprieta pero no ahoga: primer favor a Pedro Sánchez antes de empezar el curso
Se han abstenido en la votación para pedir su comparecencia en el Congreso de los Diputados
Carles Puigdemont volvió a lanzar un órdago al PSOE, el enésimo, durante su participación la semana pasada en la Universitat d’Estiu de Prada de Conflent. El presidente de Junts amenazó nuevamente con dejar caer al Gobierno socialista. Solo unos días después, su partido ha hecho el primer favor a Pedro Sánchez al abstenerse en la votación de la propuesta del PP para obligarle a comparecer en el Congreso por los casos de corrupción.
El resto de socios del PSOE, entre ellos ERC, ha votado en contra de la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. El nuevo curso político empezará como acabó. Con los socios del Gobierno aparentando exigencia mientras refuerzan el bloque de investidura frente al impulso de PP y Vox.
Esto resulta más evidente en el caso de los partidos procesistas, que se habían esforzado en marcar distancias con el PSOE tras los escándalos de corrupción. A las primeras de cambio han vuelto a revalidar su lealtad a Pedro Sánchez. Sobre todo Junts, que con este gesto vuelve a alejar las especulaciones de un acercamiento a Feijóo.
Quieren un Gobierno débil, pero vivo
El PP llegó a la Diputación Permanente del Congreso la petición de comparecencia de Pedro Sánchez para dar explicaciones por la corrupción. Este martes se votó la propuesta, que incluía la comparecencia de otros nueve ministros del Gobierno. ERC ha votado en contra de todas las comparecencias, tanto del Presidente del Gobierno como de sus ministros.
Junts ha votado a favor de las comparecencias de Félix Bolaños, Óscar Puente y Fernando Grande-Marlaska, y se ha abstenido en la de Pedro Sánchez. Un movimiento calculado, porque son los tres ministros señalados por Junts: el de Justicia (amnistía), el de infraestructuras (Rodalies) y el de Interior (inmigración).
Junts y ERC quieren evitar un inicio de curso político caliente que solo beneficiaría al PP. Les interesa un PSOE debilitado pero con una crisis de Gobierno controlada que les permita seguir teniendo ellos la llave de la gobernabilidad. De ahí que bloqueen una comparecencia que marcaría el inicio de una legislatura que se avecina turbulenta.
Presionar con los presupuestos
Junts y ERC amenazan con incendiarlo todo pero no se atreven a prender la mecha. Su plan consiste en aprovechar la negociación de los presupuestos para acabar de exprimir lo poco que le queda al Gobierno.
ERC presiona al Gobierno para que acelere la implementación de la financiación singular y el traspaso de Rodalies. En su caso, la aprobación de las cuentas en Madrid tiene un hilo directo con la estabilidad del Govern de la Generalitat. Oriol Junqueras ha intentado marcar distancias, pero parece que la lealtad de ERC con el PSOE y el PSC está fuera de toda duda.
Librado de la obediencia a Illa, Junts tiene más margen de maniobra para presionar con la no aprobación de los presupuestos de Sánchez. Puigdemont pide un compromiso más enérgico en cuestiones como las competencias de inmigración y la oficialidad del catalán en Europa. Aunque con más reservas que ERC, Junts tampoco parece dispuesto a quemarlo todo aún.
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