
Un histórico de la CUP ataca a Carlos Alcaraz y le sale el tiro por la culata
Manel Márquez dice que Alcaraz es 'la caspa hecha tenista' por recibir una bendición antes del US Open
A nadie se le escapa que la izquierda tiene una relación particular con las religiones. Por una parte, ataca todo lo que esté relacionado con el cristianismo, pero, al mismo tiempo, celebra y aplaude el islam. En Cataluña, donde el progresismo ha tenido mucho protagonismo durante años, esto es doblemente evidente. El último ejemplo nos lo ha dado un histórico de la CUP, Manel Márquez.
A través de redes, Márquez cargaba contra la nueva estrella del tenis mundial, Carlos Alcaraz, por recibir la bendición de un sacerdote antes de participar en el US Open. Ante esto, Márquez ha comentado de manera exagerada y desafortunada que Alcaraz es “la caspa hecha tenista. España, 1939”. Es decir, para Márquez, recibir una bendición a título personal es razón suficiente para recordar la guerra civil y el inicio del franquismo:
Ahora bien, Márquez no es coherente con su rechazo a las religiones. Por el contrario, el ‘cupaire’ ha aplaudido en varias ocasiones al islam. Y a través de redes le han recordado a Márquez algunos de sus tuits celebrando el Ramadán.

En pleno coronavirus, por ejemplo, Márquez felicitaba el Ramadán “desde mi laicidad pública”. Años antes, en 2017, Márquez procedía del mismo modo. “Hoy 1.500 millones de personas, entre ellos, muchos amigos/as, alumnos/as y familia, empiezan el Ramadán ¡Felicidades! ¡En casa los dulces!”.
Un caso más
Para el que siga la política catalana, esto no es ninguna novedad. Partidos como ERC también han protagonizado polémicas absurdas a propósito del islam y el cristianismo.
Cabe recordar, por ejemplo, cuando ERC, en lugar de felicitar la Navidad, felicitaba el “solsticio de invierno”. Esto sin perjuicio de que, con cada Ramadán, no faltara un “Ramadan Mubarak”. En otras ocasiones, ERC ha tenido que recular. Ahí está, por ejemplo, cuando tuvieron que eliminar un mensaje en redes sociales que felicitaba fiestas musulmanas que segregaban por sexo.
Como es sabido, la izquierda occidental apoya al islam y sus prácticas religiosas más polémicas por interés electoral. Por su parte, los musulmanes se sirven de los partidos progresistas para continuar con la creación y mantenimiento de sus comunidades. Por su parte, la izquierda, en pleno retroceso electoral, necesita encontrar votantes a cualquier precio.
Más noticias: