Salvador Illa sentado en su escaño del Parlament
POLÍTICA

El Govern de Salvador Illa, a las puertas del primer gran fracaso de la legislatura

El ejecutivo catalán prepara un plan B ante el escenario, cada vez más probable, de tener que prorrogar los presupuestos

Normalmente, cuando un gobierno es incapaz de aprobar su presupuesto, quiere decir que está tocado de muerte. Es lo que pasó, por ejemplo, el año pasado con el Govern de Pere Aragonès. La negativa de los Comuns de dar su 'sí' a las cuentas dejó en papel mojado el pacto entre ERC y el PSC. Y los republicanos convocaron elecciones anticipadas ante la situación de bloqueo.

Dos personas sentadas en un banco de madera conversando en voz baja.

Sin embargo, lo que sucedió el año pasado es una excepción si hablamos de política catalana. Desgraciadamente, el bloqueo constante que se vive en Cataluña desde hace mucho tiempo ha convertido en habitual la prórroga de los presupuestos. Sin ir más lejos, en los últimos 12 años se han prorrogado las cuentas hasta en 6 ocasiones.

Primer fracaso del Govern de Salvador Illa

Estamos a mediados de enero y, por ahora, el acuerdo para los presupuestos de la Generalitat para 2025 ni está ni se le espera. De hecho, la consejera de Economía, Alícia Romero, ya asume que el ejecutivo se verá obligado a prorrogar las cuentas por segundo año consecutivo.

Salvador Illa fue investido president de la Generalitat. Con minoría en el Parlament, sí, pero también con capacidad de llegar a pactos con prácticamente todo el arco parlamentario. De hecho, él mismo tendió la mano a todos los grupos menos a Vox y Aliança Catalana. En este sentido, el PP de Alejandro Fernández quedaba excluido del cordón sanitario después de muchos años.

Dos hombres conversando en un entorno formal con personas al fondo.

Sin embargo, es vestido de pactista de Salvador Illa ha quedado en entredicho en la primera gran prueba de fuego de la legislatura. De momento se ha empeñado en negociar solo con el bloque de izquierdas, es decir, ERC y Comuns. En cambio, con el PP no ha habido ni acercamiento y Junts parece más pendiente de la política en el Congreso que en el Parlament. Y, por ahora, no han dado señales de vida para erigirse como alternativa al bloque progresista.

Mientras que con los Comuns se intuye que no sería del todo complicado llegar a un acuerdo, con ERC las cosas son distintas. El partido sigue roto tras el congreso que volvió a coronar a Oriol Junqueras como presidente de la formación. De hecho, todavía deben aprobar varias ponencias estratégicas y la dirección del partido no está en condiciones de seguir llegando a pactos con el PSC. En los últimos meses y años, el desgaste en este sentido ha sido considerable y no quieren comprometerse más hasta que no se cumplan varios puntos del acuerdo de investidura. Algo complicado en el periodo corto de tiempo.

Así pues, Cataluña va camino a prorrogar unos nuevos presupuestos. El Govern ya trabaja para negociar un decreto ley de prórroga para, al menos, salvar un poco los muebles. Este plan B permitiría añadir 4.000 millones más a las cuentas prorrogadas. Eso sí, el primer fracaso del ejecutivo de Illa parece que ya no se lo quitará nadie. Un fracaso que, a la vez, es generalizado y afecta a gran parte de la política catalana. Y es que se tratará de la séptima prórroga de presupuestos en 13 años. Algo que no hace más que aumentar la desafección política en una ciudadanía que ve cómo los políticos no tienen problemas para pactar aumentos de sueldo, más dinero para asesores o repartos de sillas, pero que son incapaces de pactar unos presupuestos.

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