Primer plano del alcalde de Girona Lluc Salellas
POLÍTICA

Gerona, gobernada por la CUP, ha visto multiplicados por 9 los fraudes en el padrón

La CUP da otro ejemplo de su giro pragmático y copia la política de control municipal de Orriols

En Girona, ciudad gobernada por la CUP, se ha registrado un aumento muy significativo de los fraudes relacionados con el padrón. Según los datos municipales, en 2024, el número de empadronamientos fraudulentos ascendió a 180. Si se compara con el año anterior, que hubo solo 22 casos, asistimos a un espectacular aumento de más del 700%.

Como es evidente, este crecimiento obedece a un endurecimiento de las medidas de control del ayuntamiento cupaire. Estas medidas son las habituales de los poderes municipales: fiscalizar los domicilios con policía y agentes sociales. De hecho, fuentes municipales aseguran al Diari de Girona que “el 95% de los casos que levantan sospechas son, efectivamente, fraudulentos y se actúa consecuentemente”.

El padrón es una herramienta clave para el acceso a diversos servicios públicos como la escolarización, las ayudas sociales o la tarjeta sanitaria. En muchas ocasiones, las personas que falsifican su empadronamiento lo hacen para aprovecharse de estos beneficios sin vivir realmente en el domicilio registrado. Y como es vox populi, muchos de estos fraudes los protagonizan ciudadanos de origen extranjero.

Fachada piso de Barcelona

Otro ejemplo del cambio de estrategia ‘cupaire’

Más allá de que el Ayuntamiento gerundense cumpla sus funciones de control, lo más destacado de esta noticia es que refleja el giro pragmático en el que está inmerso la CUP. En el caso del padrón, se refuerza un agravio comparativo profundamente hipócrita. Y a pesar de que los dirigentes de la CUP no se hayan manifestado sobre este asunto, el cambio de discurso es abrumador.

Como muchos recordarán, durante los últimos meses, todo el establishment político y mediático cargó contra la alcaldesa Orriols por hacer lo que ahora hace el alcalde Salellas. Orriols explicó que no había hecho otra cosa que usar los recursos legales de los cuales disponen los ayuntamientos. Ante esta circunstancia, la propia Orriols ha comentado en redes sociales que “primero me estigmatizáis, y después intentáis imitarme... enhorabuena”.

Dos personas en una conferencia de prensa al aire libre con un micrófono y un cartel que dice

Además del padrón, la CUP ha dejado otros ejemplos de este giro pragmático. Entre ellos, vuelve a destacar la política municipal, que ofrece más flexibilidad a los partidos. Ahí están, por ejemplo, la aprobación de presupuestos del PSC en lugares como Vilafranca del Penedés o Tortosa. Sin perjuicio de que, al mismo tiempo, la CUP aplauda el clásico vandalismo antisistema que le sirve para obtener visibilidad.

El acercamiento a otras fuerzas políticas, el realismo en la gestión diaria y una comunicación más simple son el resultado directo del Proceso Garbí. Este fue un proceso de catarsis interna que la CUP puso en marcha después de los sucesivos descalabros electorales que han protagonizado.

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