
ERC congela su crisis interna para centrarse en la competencia con Junts
Los críticos se someten al mando único de Oriol Junqueras pese a los incumplimientos del PSC
Hace solo nueve meses que ERC era un polvorín con sectores enfrentados en una guerra fratricida y al borde de la escisión. Un año después del acuerdo de investidura con el PSC, Esquerra parece ahora una balsa de aceite. Oriol Junqueras ha conseguido someter a los sectores críticos bajo su mando para recuperar la hegemonía del independentismo.
En el congreso de noviembre se presentaron dos candidaturas oficialistas y dos pertenecientes a los llamados sectores críticos. Estos últimos impugnaron la totalidad de la estrategia seguida por el partido desde 2019. Su principal objetivo era romper los pactos con el PSOE y el PSC para reconstruir la unidad independentista.

Aunque no consiguieron desbancar a Junqueras, prometieron seguir dando la batalla para imponer un cambio de rumbo en el partido. Por eso sorprende la rapidez con la que se han diluido las voces críticas dentro de ERC. Sobre todo teniendo en cuenta los incumplimientos del PSC un año después del acuerdo de investidura.
La disensión en torno a la propuesta de Gabriel Rufián para unir a las izquierdas españolas ha demostrado que la división interna sigue existiendo. Pero la sangre no llegó al río, lo cual evidencia también el férreo control que ostenta ahora mismo la dirección.
No se atreven a romper
Junqueras ha intentado neutralizar la división interna con un reequilibrio en los territorios. Esto le ha permitido imponer una cierta apariencia de unidad que ha dejado fuera de juego a los críticos. Ante esto, los críticos tenían dos opciones -o salir del partido forzando una escisión, o someterse a la nueva dirección y a la fuerza de los hechos consumados.
El Col·lectiu 1 d'Octubre, plataforma de la cual salió la candidatura Recuperem ERC, ha sido muy crítico con la propuesta de Rufián. Pero en cambio han aplaudido las críticas de Elisenda Alamany al PSOE, que llgaron a calificar de "giro en Esquerra". Este lunes, propusieron una nueva ofensiva de la militancia contra la dirección y su apoyo a Sánchez e Illa.
Esto vuelve a dejar a los críticos a merced de las críticas que les acusan de postureo y de sumisos a la dirección. Se preguntan por qué los sectores críticos dentro de ERC siguen en el partido pese a la "traición" de los pactos con los socialistas. También por qué no son capaces de romper y refundar el partido con una estrategia independentista.
La pelea con Junts
En el trasfondo está la crisis del espacio procesista y la competencia entre ERC y Junts. Junqueras ganó en parte gracias al votó útil de muchos militantes republicanos que priorizaron la animadversión a Carles Puigdemont. Esto ha servido también para apaciguar las diferencias internas y centrarse en la lucha por la hegemonía del independentismo.
La crisis de la política española ha intensificado la guerra entre ERC y Junts, que también se han distanciado ideológicamente en Cataluña. En las últimas horas ha vuelto a haber cruce de acusaciones entre republicanos y juntaires en X. Por ejemplo entre Gabriel Rufián y Francesc de Dalmases, que se han llamado "españolote" y "patriota de cartón piedra".
No hay que olvidar que Dalmases viene precisamente del sector borrasista que fue apartado en el último congreso de Junts. Y es que igual que Esquerra, Junts también escenifica una supuesta unidad para centrar sus fuerzas en recuperar la hegemonía del movimiento.
Más noticias: