Una encuesta deja Orriols al borde del sorpasso y desata el pánico en Junts y ERC

Una encuesta de Ipsos para La Vanguardia publicada este domingo ha desatado el pánico en las sedes de Junts y ERC. La encuesta señala un descalabro del procesismo y la izquierda catalana, en beneficio de partidos como Aliança Catalana y Vox. Sorprende sobre todo el crecimiento del partido de Sílvia Orriols, a quien una encuesta esta semana daba 14 diputados, y este sondeo de La Vanguardia ya les da 19.

Por primera vez desde su irrupción en las instituciones catalanas, Aliança Catalana parece acercarse al sorpasso. Según este sondeo, Orriols se quedaría a tan solo dos escaños del partido de Carles Puigdemont, que obtendría 21. Junts empataría a escaños con ERC, que parece haberse estancado en la horquilla de los veinte diputados.

Además del hundimiento del procesismo, se observa también un desplome de la izquierda. La suma de PSC, ERC, Comuns y CUP alcanza los 66 diputados, insuficiente para llegar a la mayoría absoluta de 68 diputados. Esto significa que el PSC no podría reeditar su gobierno, ni con un cuatripartito progresista, ni con la sociovergencia. 

Sin aritmética ni consensos

Esto arrojaría Cataluña a una repetición electoral, en un panorama político ingobernable sin capacidad de consensos ni mayorías aritméticas. La derecha en general crece pero su suma es inviable por la incompatibilidad de sus proyectos.

Quien más dificultades está teniendo para crecer es el PP de Alejandro Fernández, que perdería dos diputados (de 15 a 13). En cambio, Vox daría un salto importante con cinco diputados más, hasta los 16. 

La derecha en el Parlament (Junts-PP-Vox-AC) alcanzaría la mayoría absoluta con 69 diputados. Pero la derecha constitucionalista (PP-Vox) sumaría 29, y la derecha independentista (Junts-AC) sumaría 40. Cataluña está reclamando claramente un cambio a la derecha, pero la división en el eje nacional impediría formar una mayoría conservadora.

La izquierda y el procesismo pierden la hegemonía

Esta encuesta es el resultado de una catastrófica estrategia de los partidos procesistas. Su alianza con el PSOE y el PSC para mantenerse en el poder a toda costa está perjudicando a largo plazo las expectativas electorales de Junts y ERC.

Al mismo tiempo, es un castigo a la izquierda que ha ostentado la hegemonía política en Cataluña estos últimos años. Marca por lo tanto un punto de inflexión en la transformación del espacio independentista. Y señala también un hartazgo de las políticas progresistas que han arruinado Cataluña.

La encuesta muestra otra cosa, y es que el cordón sanitario no solo no ha funcionado sino que ha tenido el efecto contrario. La oscilación del péndulo avanza a un ritmo más rápido del esperado. El cambio político en Cataluña ha comenzado, y quedan  menos de dos años para las próximas elecciones.