Cuenta atrás para que aparten a Sílvia Orriols de la alcaldía de Ripoll
La oposición tiene 30 días para echar a la líder de Aliança Catalana con un pacto al más puro estilo Frankenstein
Este jueves se votó la moción de confianza a la que Sílvia Orriols se quiso someter tras el 'no' a la oposición a los presupuestos de Ripoll para 2025. La líder de Aliança Catalana, viendo que Junts, ERC, PSC y la CUP preferían mantener el cordón sanitario a la formación nacionalista antes que aprobar sus cuentas, optó por este procedimiento.
Ayer por la noche se confirmaba lo que ya se intuía: los rivales de Orriols votaron en contra de la moción de confianza. Y, de este modo, se activaba la cuenta atrás para que puedan echarla de la alcaldía de Ripoll. Ahora, estos cuatro partidos tienen la obligación de pactar una moción de confianza en los próximos 30 días si quieren apartar a la líder de AC de su cargo. Si no lo hacen, Orriols seguirá al frente de la ciudad y verá aprobado el presupuesto de forma automática.
¿Puede prosperar la moción de censura a Sílvia Orriols?
La respuesta es clara: sí. ERC, PSC y CUP tienen desde el año 2023 un pacto firmado. Un pacto al que, en su momento, no quiso sumarse Junts. Los de Puigdemont exigían quedarse ellos la alcaldía como segunda fuerza más votada en pasadas elecciones municipales. Sin embargo, esto ha cambiado.
Los juntaires han cambiado a su líder municipal. Ya no es Manoli Vega, que era uno de los escollos para que este Frankenstein ripollés. Su sustituta al frente de Junts Ripoll, María Soldevilla, ya ha dicho que su partido ve con buenos ojos hacer un "gobierno de concentración" para echar a Orriols de la alcaldía. En estos momentos, quien tiene todos los números de liderar la alternativa a Orriols en este pacto Junts, ERC, PSC y CUP es Chantal Pérez, jefa de filas de los republicanos en la localidad.
Barcelona y Waterloo decidirán quién gobierna Ripoll
De este modo, toda la presión está ahora sobre Junts. Y a nadie se le escapa que una decisión de esta magnitud no se tomará solamente en Ripoll. Lo que pase en los próximos 30 días tendrá un impacto directo en la política catalana. Y, por lo tanto, Carles Puigdemont y Jordi Turull (es decir, la cúpula de Junts) serán los den luz verde (o no) a que los juntaires pacten con el PSC y el resto de fuerzas procesistas que apartar a Sílvia Orriols.
La decisión no parece fácil. Y es que el movimiento de Sílvia Orriols deja a Junts en una situación complicada. O deja gobernar a la líder de Aliança Catalana, reforzando así su posición de alcaldesa. O pacta con "el malvado 155" para "echar a una alcaldesa independentista", dando así alas a una Orriols y a una Aliança Catalana que cada vez más le van ganando terreno a un Puigdemont a la baja, tal y como demuestran los recientes sondeos electorales.
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