
¿Por qué los jóvenes votan a la llamada 'extrema derecha'?
Un profesor universitario cuenta como sus alumnos se han vuelto conservadores
Las preferencias políticas de los jóvenes están cambiando tan rápidamente como la propia batalla cultural entre la izquierda y la derecha. De hecho, la crisis de la izquierda y el auge de la derecha se explica también por este cambio en los jóvenes. Si antes lo radical era ser progre, ahora “ser de extrema derecha es ser un punki”.
La frase la ha pronunciado Fernando Castro, docente de la Universidad Autónoma de Madrid. Este profesor universitario ha explicado perfectamente en qué consiste este profundo cambio sociológico que podría marcar las próximas décadas.

Según su percepción, hay muchos jóvenes que son “defensores de los criterios más anticuados de la alta cultura”. En sus clases cada vez ve a más chicos y chicas con “la pulserita de España”, y con una actitud “como que eso es antinormativo”. Y advierte que se está viendo también en las facultades más progres como la de filosofía y letras.
Esto le lleva a concluir que "hoy en día los alumnos son más conservadores incluso que sus propios profesores". Para él ha habido un cambio de paradigma en pocos años. Hemos pasado de "los de arriba y los de abajo" a la "batalla cultural", y según él "eso implica los valores tradicionalistas".
Para Fernando Castro "el tradicionalismo vuelve, y no solo en los Estados Unidos, sino también aquí".
Por qué los jóvenes se hacen de derechas
En víspera de las elecciones europeas del año pasado salió a colación un estudio del Financial Times con datos interesantes. Un tercio de los franceses y holandeses menores de 25 años se inclinan por la ultraderecha. En Alemania representan el 22%. Este aumento significativo respecto a 2019 coincide con un espaldarazo a las políticas de la izquierda.
Los jóvenes asocian las recetas progres como responsables de la degradación y la precarización de las últimas décadas. Y ven a los partidos de la nueva derecha como salvadores para restablecer el orden y la prosperidad.
Pero hay otros elementos que explican por qué el péndulo está oscilando. Un factor crucial es que muchos jóvenes asocian a la izquierda con el establishment, y a la derecha radical como un contrapoder que se convierte en rebeldía. Si hace veinte años lo rebelde era ser progre, ahora los progres representan el poder y la ultraderecha "los de abajo".
Más noticias: