
Crisis de los aranceles: El Govern de Salvador Illa divide aún más al procesismo
Junts aprovecha para desgastar al ejecutivo mientras ERC muestra su apoyo al plan de Illa
Salvador Illa anunció al llegar a la Generalitat su intención de abrir una nueva etapa en Cataluña después de diez años de Procés. Con sus aciertos y sus errores, es indudable que ha conseguido cambiar el centro de gravitación de la política catalana. El PSC no solo ha conseguido que ERC y Junts graviten a su alrededor, sino que ha dividido aún más al procesismo y ha ahondado en su crisis.

Los últimos acontecimientos de la política catalana demuestran la distancia cada vez mayor entre ERC y Junts, con el PSC en el centro. Salvador Illa ha anunciado la movilización de 1.500 millones en ayudas y créditos para hacer frente a los aranceles de Trump. Un anuncio que ha evidenciado lo lejos que está el independentismo de la unidad.
Las bases independentistas llevan tiempo pidiendo a los partidos que se unan para echar al PSC y restaurar la mayoría soberanista. En lugar de eso, ERC y Junts pelean entre sí y bailan al son que marcan los socialistas. La crisis de los aranceles es el mejor ejemplo.
Junts aprovecha para aumentar la presión
Junts ha aprovechado el anuncio de Salvador Illa para preguntarle “de dónde sacará el dinero”, y recordarle que no tiene presupuestos. El portavoz Josep Rius lo ha calificado de “pura gesticulación”. Y ha utilizado la crisis de los aranceles para volver a evidenciar la “debilidad” del Govern Illa.
Junts ha acusado a Salvador Illa de “esconderse” al delegar en sus consejeros la reunión con los partidos para abordar la crisis. “Evita dar la cara porque es un presidente débil que no tiene presupuestos para hacer frente a la crisis global”, ha dicho el portavoz.
Junts vuelve a culpar al PSOE y el PSC de no tener presupuestos en Madrid, Cataluña y Barcelona. Aunque mientras sube la presión al gobierno de Cataluña, sigue sosteniendo al Gobierno de Pedro Sánchez en Madrid.
ERC cierra filas con el Govern
Ante la oposición de Junts, ERC ha cerrado filas con el Govern ante la crisis comercial que se avecina. Los republicanos han asumido su rol de socio estratégico del PSC y han mostrado su voluntad de entendimiento para apoyar los planes de inversión. Han advertido que no será un cheque en blanco, y que plantearán sus propias condiciones.
Además, ERC ha dejado claro que la crisis de los aranceles no puede ser la excusa del PSC para colar la ampliación de crédito. Pero pese a los aspavientos, ERC vuelve a mostrarse como un socio fiable para los socialistas. Algo que les distancia aún más de la unidad de acción del independentismo ante los actuales desafíos políticos.
La polarización entre ERC y Junts le sirve a Salvador Illa para debilitar al flanco independentista en la oposición. Y en la medida en la que tensiona su relación con Junts, fideliza a los republicanos y asegura su frágil aritmética parlamentaria.
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