
Crisis migratoria: llegan más de 600 inmigrantes ilegales a Baleares en tres días
Las islas se consolidan como una nueva ruta migratoria en el Mediterráneo: récord de llegadas para el archipiélago
La situación migratoria en las Islas Baleares ha alcanzado niveles alarmantes, con la llegada de más de 600 inmigrantes ilegales en solo tres días. Según informaron las autoridades locales, un total de 39 embarcaciones llegaron a las costas baleares, con 659 personas a bordo. Este aumento en los desembarcos coincide con un repunte generalizado de la inmigración irregular en el Mediterráneo.
El martes, en un solo día, 305 inmigrantes arribaron en 16 pateras, mientras que el lunes fueron 97 personas a bordo de siete embarcaciones. En los primeros días de agosto, la actividad migratoria ha sido constante, y las autoridades no descartan que el ritmo se mantenga. Las embarcaciones han llegado principalmente a Formentera, aunque también han sido interceptadas en otras zonas de la isla de Mallorca.
Este masivo flujo migratorio ha provocado un enfrentamiento político. La presidenta del Govern balear, Marga Prohens, ha criticado la falta de medidas por parte del Gobierno. La presidenta Prohens denuncia que el Ejecutivo "no puede seguir mirando hacia otro lado" ante una "ruta consolidada". Por su parte, el delegado del Gobierno en las Islas, Alfonso Rodríguez, ha defendido la actuación de los servicios de emergencia y la Policía, reconociendo que la situación es de "alta tensión".

Un nuevo frente migratorio para España
El flujo migratorio a las Islas Baleares no es un fenómeno nuevo, pero este repunte es uno de los más significativos de los últimos años. Desde principios de 2025, ya han llegado más de 4.200 personas en 225 embarcaciones. En comparación con el año anterior, el número de llegadas ha aumentado considerablemente, lo que ha generado inquietud entre los residentes y las autoridades locales.
Mientras tanto, el Gobierno central ha anunciado que se están habilitando infraestructuras modulares en los puertos de Palma, Eivissa y Formentera. Sin embargo, la falta de soluciones a largo plazo sigue siendo un tema central del debate político. Especialmente ante las tensiones que la llegada masiva de migrantes genera en los servicios públicos y la seguridad.
Este fenómeno de crisis migratoria se enmarca dentro de una tendencia más amplia que afecta a España y a otros países del Mediterráneo. Si bien la UE ha adoptado políticas más estrictas, España continúa abriendo puertas a la regularización masiva. Mientras tanto, Baleares se enfrenta a uno de los mayores retos de su historia reciente en materia de inmigración ilegal.
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