Los catalanes dicen basta tras una brutal agresión en el metro de Barcelona
La víctima, vigilante de seguridad, podría perder un ojo tras recibir un golpe con un puño americano
Pese a las medidas anunciadas por el gobierno catalán para hacer frente a la inseguridad, esta sigue latente en Cataluña. Así lo atestigua la brutal agresión a un vigilante de seguridad en el metro de Barcelona, este fin de semana. La noticia ha causado un gran revuelo, con decenas de mensajes de catalanes indignados.
Tal y como adelantó El Caso, todo empezó con una pelea dentro de un vagón del metro de la línea 4, la noche del sábado. Tres guardias de seguridad acudieron para disuadir la pelea. Al intentar echarlos en una de las estaciones, hirieron a uno de ellos al golpearlo con un puño americano.
El vigilante fue trasladado a un hospital, donde tuvo que ser operado de urgencia. No se teme por su vida, aunque debido a la gravedad de las lesiones podría perder un ojo.
Los Mossos d’Esquadra detuvieron al presunto autor de la agresión, un joven de 19 años con tres antecedentes. La policía trabaja ahora para esclarecer lo ocurrido en la pelea e identificar al resto de los agresores. Se trata de una nueva agresión en el metro de Barcelona, que se ha convertido desde hace tiempo en un pozo de delincuencia e inseguridad.
Hartos de tanta inseguridad
Los catalanes han vuelto a estallar ante esta brutal agresión que pone en evidencia la situación límite que se vive en Cataluña. Se puede ver en los comentarios a la publicación de la noticia en la red social X.
El gobierno socialista de Salvador Illa prometió medidas para reducir la delincuencia, pero los casos se siguen sucediendo. Especialmente en Barcelona, donde la multirreincidencia ha disparado los delitos.
"Barcelona debe ser ahora mismo lo más parecido al Bronx de los años ochenta, vaya tela", lamenta un usuario de X. Otro se queja de que seguramente ya vuelven a estar en la calle. Muchos gritan "basta ya" y piden medidas urgentes para proteger a la población de la violencia.
“Gracias progres”, “Barcelona campeona” o “debe ser un caso aislado” son algunos de los mensajes. Un ciudadano se solidariza con los vigilantes, “que viven de primera mano el efecto de la inmigración descontrolada y la falta de apoyo de la ley”. Hay quien alerta de que "hará falta un Bukele" porque "por mucho que lo quieran normalizar, vivir con delincuencia no es normal".
Los sindicatos estallan
La agresión vuelve a dejar en evidencia las condiciones en las que trabajan los vigilantes de seguridad, especialmente en el metro. El sindicato ADN Sindical ha reaccionado exigiendo más herramientas para defenderse de las agresiones. “Continuamos sin spray de pimienta ni herramientas de trabajo”, exclaman.
TMB ha condenado lo sucedido y ha mostrado su apoyo a la familia de la víctima. Pero según fuente familiares citadas por el El Caso nadie se ha puesto en contacto con ellos. Están destrozados y aseguran que el vigilante herido seguramente acabará perdiendo un ojo.
El caso de los vigilantes de seguridad es muy parecido al de los funcionarios de prisiones. Ambos colectivos son víctimas de años de buenismo y permisividad de la izquierda con la delincuencia. Durante años la gestión de la seguridad pública en Cataluña se ha basado en un concepto antipunitivista que desprotege a los responsables de la seguridad.
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