
El barco de la Armada enviado por Sánchez a Gaza usa armas de Israel
El país hebreo se ha limitado a decir que el barco no supone ningún 'problema' y que nadie entrará en Gaza
El anuncio de Sánchez de enviar un buque de la Armada, el Furor, para escoltar a la Flotilla ha abierto una nueva polémica. La decisión busca garantizar la seguridad de los activistas propalestinos, pero está generando controversia por un detalle no menor. Y es que, el barco en cuestión, está equipado en parte con armamento fabricado en Israel.
Según ha desvelado El Español, entre su arsenal destacan las ametralladoras automáticas Mk-38. Estas armas están diseñadas conjuntamente por la británica BAE Systems y la israelí Rafael, uno de los gigantes armamentísticos del Estado hebreo. El dato resulta llamativo porque apenas unos días antes el Consejo de Ministros aprobó un decreto para suspender toda compraventa de material bélico con Israel.

El Furor cuenta además con un cañón Oto Melara de 76 milímetros, ametralladoras de 12,70 y sistemas de autoprotección electrónica. Se trata un buque pensado para operaciones de vigilancia y defensa marítima, aunque en este caso ha sido presentado como garante de una misión humanitaria. El contraste entre el discurso oficial y la procedencia del armamento de a bordo ha desatado las críticas. Unas críticas que vienen tanto de la oposición como en sectores de la propia izquierda, que acusan al Ejecutivo de incoherencia.
La compañía Rafael, proveedora de las armas del BAM, es también responsable del sistema antimisiles Iron Dome, emblema de la defensa israelí. La paradoja de que España envíe a Gaza un buque con tecnología de la misma industria militar contra la que protesta públicamente Sánchez refuerza las acusaciones de oportunismo político.

Sánchez huye hacia adelante
El presidente defendió que el Gobierno “exige que se cumpla la ley internacional y que se respete el derecho de los ciudadanos españoles a navegar en condiciones de seguridad”. Sin embargo, la medida se interpreta como un gesto para desviar la atención. Y es que - hay que recordarlo - el inicio del curso político de Sánchez ha sido desastroso en casi todos los frentes.
Más allá de la retórica, la incertidumbre sobre la reacción de Israel sigue en el aire. La presencia de un buque militar español en aguas próximas a Gaza puede elevar la tensión diplomática. El país hebreo se ha limitado a decir que el buque español no supone ningún "problema". Ahora bien, muy escuetamente, también ha señalado que ningún barco entrará en Gaza.
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