
TV3 retransmite la Diada
La cadena pública catalana volverá a retransmitir este año la manifestación de la Diada del 11S, a pesar del poco interés social

Se ha conjeturado estos días que, por primera vez en años, TV3 no iba a retransmitir la manifestación de la Diada. Esto había conmocionado a la parte más hooligan del mundo indepe, acostumbrada a tener cobertura masiva para cada una de sus fiestecitas inútiles. Finalmente, parece que sí que tendrá la habitual cobertura.
En realidad, retransmitir manifestaciones tiene tanto sentido como retransmitir la puesta de sol. No hay ningún lugar civilizado donde las televisiones se dediquen a cosas así. El despliegue habitual es cosa cómica: ponen a un reportero, por ejemplo, en Pau Claris, para ir conectando con él: “¿Ha llegado ya la manifestación a Pau Claris?”. El reportero mira a la calle vacía a sus espaldas y dice “no, no ha llegado aún”.

Al cabo de diez minutos anuncian a toda prisa que la manifestación ya ha llegado a Pau Claris, como si fuera la llegada del hombre a la Luna. Entonces conectan de nuevo con el reportero, que mira sobre sus hombros y confirma que sí, que en efecto, la muchedumbre está pasando por allí. Y así durante tres horas.
La cosa suele adornarse con entrevistas a pie de calle con señoras histéricas y matrimonios vestidos como excursionistas (Decathlon se ha hecho de oro con los indepes), además de actuaciones exasperantes de la Eléctrica Dharma y discursos de concejales desconocidos.
El caso es que la ANC ha estado luchando de manera heroica por alcanzar la total irrelevancia y por fin lo ha conseguido. Nadie sabe ya qué se propone exactamente. Su último acto conocido fue una sentada frente a los juzgados por el tema de Sijena, al que acudieron literalmente 19 personas, entre ellas Agustí Coromines y el dúo romántico Borràs & Dalmases. Leyeron un manifiesto y desconvocaron y se fueron a comer.
El único tema que parece tener claro actualmente la ANC es la cuestión palestina, a juzgar por el discurso enloquecido que dio Lluís Llach el otro día en el puerto de Barcelona en homenaje a la Flotilla Cannábica. Hundida la causa independentista, necesitan nuevos vertederos intelectuales en los que derramar su incompetencia obtusa. En algo tienen que entretenerse.

Los partidos del Procés, por supuesto, asisten a la debacle como si el tema no fuera con ellos. Junts x Cash y Esquerra Republicana del Califato están ocupados en servir al PSOE con abnegación absoluta, en todo lo que necesite, y las chicas de la CUP se dedican a decorar mezquitas y menstruar por las orejas. El único actor político interesante en Cataluña, a día de hoy, es Silvia Orriols y no parece que esté muy dispuesta a dejarse involucrar en el negocio de las camisetas de colores.
Para seguir creyendo en la ANC hace falta un grado de inconscienica sonambular solo al alcance de los lectores de Vicent Partal, es decir, una minoría de gente alienada, víctima de un déficit cognitivo grave. Hay que instalarse en una habitación a oscuras e insonorizada y conectar los restos de actividad cerebral a los servidores de Vilaweb. Se trata de un método de suicidio intelectual lento, pero seguro.
En realidad, la suerte del movimiento indepe estaba sentenciada desde el momento en que acogió en sus filas a Albano Dante Fachín, que ha hundido todo lo que ha tocado. La estrategia debería haber sido la opuesta: llevar a Fachín a la Moncloa para que España implosionara en seis meses. Pero ahora ya es tarde.
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