Banderas de Puerto Rico y España ondeando sobre un fondo rosa.
OPINIÓN

Puerto Rico en el imaginario español

Lo cierto es que Puerto Rico nunca ha sido soberano, por lo que no se ha fomentado una identidad propia

Recientemente un grupo de puertorriqueños declaró ante el comité de descolonización de la Organización de las Naciones Unidas, su aspiración de que Puerto Rico se reintegre al Reino de España. Las reacciones en España han sido de incredulidad, estupor y bienvenida. Al parecer, muchos españoles han redescubierto Puerto Rico gracias a estas declaraciones.

No hay duda de que la noticia responde más a la coyuntura actual española en la que existen aspiraciones secesionistas. ¿Cómo es posible que exista gente en el mundo que quiera formar parte de España cuando existen españoles que quieren separarse?

Tengamos presente que siempre han existido puertorriqueños y grupos que han coqueteado con la idea del "regreso" a España. Siempre ha sido un sentimiento minoritario como respuesta al colonialismo que padece Puerto Rico, más que un reclamo real y con posibilidades.

Puerto Rico nunca ha sido soberano por lo que no se ha fomentado desde el Estado la identidad nacional. Incluso existen puertorriqueños colonizados que niegan su nacionalidad. Para gran parte de los puertorriqueños, el sentimiento español es una contraposición a lo estadounidense y una defensa ante el colonialismo. En otras palabras, la defensa de lo español en Puerto Rico representa la defensa de lo puertorriqueño.

En conclusión, no existe un lugar en América más español que Puerto Rico, y al mismo tiempo más olvidado en España.

Una calle empedrada con edificios coloridos a la izquierda y una puerta con la bandera de Puerto Rico pintada a la derecha.

Puerto Rico se convirtió en una colonia de Estados Unidos por un acto de guerra y por causa de fuerza mayor. Como resultado de su derrota en la Guerra Hispanoamericana, España cedió la soberanía de Puerto Rico a los Estados Unidos mediante el Tratado de París del 10 de diciembre de 1898. Desde ese momento hasta el día de hoy, Estados Unidos es el dueño y señor de la soberanía de Puerto Rico, viviendo los puertorriqueños todavía hoy las consecuencias de una guerra imperial de finales de siglo XIX.

La abominable circunstancia colonial creada por el Tratado de París persiste, lo que resulta del todo anacrónico. La soberanía puertorriqueña fue transferida al triunfador sin consultar a la parte afectada, es decir, a los puertorriqueños.

Vale subrayar que la presencia estadounidense en Puerto Rico comenzó con una invasión militar ocurrida el 25 de julio de 1898. El 12 de mayo, la armada estadounidense bombardeó a San Juan con unos 1,300 proyectiles que causaron 7 fallecimientos y 57 heridos. Estados Unidos pospuso la invasión de Puerto Rico casi hasta al final de la guerra por reconocer que, militarmente, era un hueso duro de roer. No fue hasta derrotar a España en Cuba y Filipinas que la invasión de Puerto Rico ocurrió, en una zona aislada (la bahía de Guánica), desmilitarizada y mínimamente fortificada.

Para los estadounidenses era impensable realizar una invasión frontal en San Juan por ser una plaza militar inexpugnable. Una vez en tierra puertorriqueña, los estadounidenses nunca pretendieron avanzar hacia San Juan para su conquista, ocupando su tiempo en escaramuzas mientras ganaban tiempo ante el inminente y seguro armisticio. Dado el poderío militar español, sus posiciones fuertemente atrincheradas y las enfermedades tropicales que diezmaron a las tropas invasoras, es muy probable que los estadounidenses no hubiesen logrado una victoria militar en Puerto Rico. Así las cosas, se puede afirmar que Estados Unidos nunca obtuvo la victoria militar y tampoco ocupó efectivamente a Puerto Rico.

Al principio, en París, donde las partes negociaban la paz, Puerto Rico no se encontraba en la lista de territorios españoles a ser cedidos por España. No fue hasta el final que los estadounidenses demandaron la inclusión de Puerto Rico, a lo cual España se opuso enérgicamente. Tras las amenazas de Estados Unidos a España con continuar la guerra, España tuvo que ceder, y los puertorriqueños fueron despojados de su ciudadanía española.

Luego de la humillación sufrida por España, los españoles dieron la espalda a Puerto Rico y nunca se preocuparon por su situación colonial. Es como si el trauma español reprimiera lo puertorriqueño, para ser solo recordado en ocasiones gracias a los artistas puertorriqueños. Nunca ha existido alguna declaración oficial española de reclamo o al menos de preocupación por la fortuna colonial de los puertorriqueños. Quizás la geopolítica y el que la potencia colonizadora sea los Estados Unidos explican la indiferencia y el silencio español.

En este sentido, cualquier reclamo de regreso de Puerto Rico a España llega tarde y sin fundamentos. Así las cosas, el único camino viable para la descolonización y el fin de la guerra hispanoamericana es la soberanía. De esta forma Puerto Rico se convertiría en un miembro pleno más la comunidad iberoamericana de naciones, permitiendo así que españoles y puertorriqueños, entre iguales, recuperen el tiempo perdido.

➡️ Opinión

Más noticias: