El PSOE se equivoca

Los últimos movimientos de Junts per Catalunya no responden solo a un movimiento de supervivencia política como intentan hacer creer muchos. La decisión de Junts de romper con el PSOE va mucho más allá. Es la respuesta a un enfado cultivado durante más de dos años, el tiempo que ha durado el matrimonio forzoso con la Moncloa. Un enlace lleno de promesas incumplidas, que desde el inicio generó desconfianza entre las partes.

Ahora, más tarde de lo que algunos en la dirección de Junts habrían querido, los de Carles Puigdemont han decidido romper todos los puentes de forma casi improvisada. Digo esto de casi porque los de Junts llevaban meses advirtiendo al PSOE que o cumplían o esto pasaría. Pero, siendo como es Pedro Sánchez, nunca creyó que Junts iba en serio. Como tampoco se lo cree ahora, consumada ya la ruptura. En la Moncloa todavía creen que podrán volver a embaucarlos. Y se equivocan mucho.

Junts no volverá. Ya pueden estar contentos en el palacio presidencial si los de Puigdemont les dejan agotar la legislatura. Se cree que ahora mismo la moción de censura es muy complicada. Pero no imposible. Así que, señores del PSOE, no sigan jugando con fuego. Sean más humildes, reconozcan lo que no han hecho bien, asuman las consecuencias e intenten morir con dignidad. Aunque cada uno decide cómo son sus últimos días.

Los de Puigdemont han abierto camino en un Congreso que ya no confía en Sánchez. Quién sabe si, con esto, del posible financiamiento ilegal del PSOE que ya investiga la Audiencia Nacional, no hay algún otro socio que aprovecha el camino desbrozado por Junts para transitarlo. A saber hasta dónde, si hasta situarse en el bloque de la oposición, como han hecho los posconvergentes, o incluso plantearse sumar sus votos en una moción de censura de PP y Vox. Si yo fuera ustedes, señores del PSOE, dejaría de jugar con fuego.