Carta abierta al alcalde de Barcelona
Desde la Associació Rauxa se hace un llamamiento urgente para salvar el comedor social “La Terrasseta” tras 24 años de apoyo a personas sin hogar
¿Es lícito, Sr. alcalde, dejar de financiar un proyecto modélico, singular, de reinserción sociolaboral de personas sin hogar con dependencia al alcohol y otras drogas como es el Comedor Social “La Terrasseta” de la Associació Rauxa, después de haberlo hecho durante 24 años?
No sé si conoce el concepto acuñado por Hannah Arendt, La banalidad del mal, que expresa cómo un sistema burocrático no considera las consecuencias éticas y morales de sus propios actos; son simples burócratas que no reflexionan sobre el bien o el mal de sus acciones...
La condición humana es compleja y frágil, de manera que si no se está atento, se puede incurrir en la banalidad del mal en nuestras acciones. La sumisión a determinados cánones sin crítica objetiva favorece este tipo de acciones tan perniciosas.
Pero, incluso a veces, hay personas conscientes del mal (por haber sido advertidas ya) que buscan justificaciones para continuar con este tipo de conductas destructivas. Ver, pero hacer como que no se ve, da lugar a patologías severas tanto individuales como sociales.
Quien “muere” en la banalidad del mal y cree “vivir”, nunca puede entender la dignidad intrínseca de las personas: acaba en la sumisión acrítica.
Atentar contra la vida y la dignidad humana es considerar al ser humano como una cosa u objeto, olvidando el respeto que merece como sujeto.
La conciencia está en todos los seres humanos y cada uno de nosotros tiene la libertad de ejercerla o no. Es clave fomentar la compasión, la empatía y la justicia social que dignifican al ser humano y sus acciones; de esta manera, se potencia el buen juicio.
No es lícito, no, Sr. alcalde, dejar sin financiación a personas, alcohólicos rehabilitados, que han demostrado con creces su capacidad de superación, resiliencia y dignidad a pesar de la adversidad ante una enfermedad grave y devastadora como es la adicción al alcohol, que les ha ocasionado grandes pérdidas físicas, psíquicas y sociales. Esta adicción les ha llevado a la marginación más grave como es el sinhogarismo de años de evolución y, en algunos casos, al intento de suicidio al perder la esperanza de mejora. Gracias al tratamiento integral, de más de dos años, de dependencia del alcohol y otras drogas que han aceptado realizar en la Associació Rauxa, han conseguido un nivel de capacitación para controlar su enfermedad crónica, lo que les facilita reincorporarse a la sociedad nuevamente. El comedor social “La Terrasseta” es la cuarta fase de este tratamiento y donde pueden lograr la máxima normalización al ser contratados para realizar un trabajo que llevan a cabo de manera impecable.
En “La Terrasseta” hay tres objetivos:
- Ofrecer 150 cenas caseras diarias servidas por camareros, en un entorno acogedor de 25 comensales por turno; mientras los siguientes 25 pueden sentarse en la terraza leyendo, conversando...
- Realizar la reinserción de alcohólicos rehabilitados (AARR) de Rauxa tras haber completado dos años de tratamiento integral de dependencia del alcohol y otras drogas en la Associació Rauxa.
- Procurar la captación y motivación para iniciar tratamiento de aquellos usuarios que padecen la misma enfermedad. Son estos dos últimos objetivos los que confieren la singularidad a este proyecto que debería replicarse en más municipios, como declara el Dr. Francisco Pascual, presidente de Socidrogalcohol, en la carta de apoyo a Rauxa del 17 de septiembre de 2024.
Durante la pandemia de COVID, “La Terrasseta” permaneció abierta cada día por decisión voluntaria de todos los trabajadores. Estas personas, con valentía y coraje, defendieron un recurso esencial para la ciudad de Barcelona, arriesgando sus propias vidas. Se llegó a duplicar el número de cenas diarias servidas. Gracias a aplicar todas las medidas higiénico-sanitarias de forma estricta, no hubo que lamentar ningún caso de contagio, ni en “La Terrasseta” ni en ningún otro recurso de la Associació Rauxa durante este primer año de pandemia, lo que supuso un coste importante (24.500 € en “La Terrasseta” y 26.500 € en el resto de los recursos de Rauxa) asumido por la Associació Rauxa. Estos héroes son los que ahora ustedes dejan desamparados.
Además, hemos sido pioneros en el cribado de tuberculosis en el comedor social del Clot en colaboración con el Dispensario Antituberculoso de Ciutat Vella, con el resultado de la incorporación del mismo al protocolo de todos los comedores sociales municipales. También colaboramos con la Unidad de Hepatología del Hospital de Sant Pau en el cribado de hepatitis virales en colectivos marginales, contribuyendo a la salud pública. Asimismo, en “La Terrasseta” se realizan los trabajos en beneficio de la comunidad (TBC) exclusivamente para los pacientes de Rauxa con problemas legales, sin la interrupción del tratamiento.
Todo este proceso rehabilitador y acciones de salud pública y sociales, ahora están en riesgo por una decisión que, además de ilícita, es injusta y arbitraria.
Debe saber que la ley que ampara el contrato especial está vigente en Cataluña (Procedimiento negociado sin publicidad. Artículo 168, Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público) y que las leyes de la Unión Europea nunca irán en contra de iniciativas sociales como la nuestra. Al contrario, pueden ser objeto de amparo las entidades sin ánimo de lucro y de economía social para contratos de acuerdo con la disposición adicional 48ª de la LCSP y el artículo 77 de la Directiva Europea 2024/24/EU. Y, anterior a esta, la Directiva 2014/24/UE del Parlamento Europeo y del Consejo de 26 de febrero de 2014 sobre contratación pública contempla que la licitación pueda reservarse a organizaciones como la nuestra (informe de CIRIEC España en su carta de apoyo a Rauxa y Comedor Social “La Terrasseta” del 26 de octubre de 2024).
Por lo tanto, no hay razones legales que impidan continuar con el contrato especial que hemos tenido durante los últimos 24 años. Para renovar este contrato no es indispensable participar en los concursos públicos que se han ido convocando en los últimos 24 años (mínimo seis) y a los cuales nunca nos hemos presentado. Pero desde el Ayuntamiento se nos ha dicho que era imprescindible haberlo hecho en el último convocado para poder continuar con la actividad como comedor social, recalcando que habíamos sido avisados y que nosotros no quisimos participar. La Sra. Anna Soler, directora de Programas y Recursos Sociales Básicos del Ayuntamiento, nos dijo en una reunión telemática el 10 de abril de 2024, por primera vez, que se había convocado este concurso y era necesario presentarse. A continuación, la Sra. Anna Soler explicó que la fecha límite de presentación de documentos era el 17 de abril de 2024. No tuvimos opción de concurrir en solo una semana, ya que se requieren meses de preparación como indica el tiempo entre la publicación de la convocatoria y el límite de presentación de la oferta, en este caso de cinco meses.
Es más, el día 11 de marzo de 2024 tuvimos una reunión con la Sra. E. Gay, Segunda Teniente de Alcalde, el Sr. X. Martínez, Gerente del IMSS, y la Sra. Rosa Martín, abogada del Departamento Jurídico del IMSS. El propósito de esta reunión era buscar cómo compensar las pérdidas económicas de los últimos dos años por los bajos precios impuestos. Nos indicaron que se podría firmar una prórroga más corta del contrato vigente, con la idea de hacer un nuevo contrato con ventajas económicas. Firmamos la prórroga por cuatro meses en lugar de los 12 meses que nos correspondían, con la esperanza de un nuevo contrato con mejoras económicas que nunca llegó. En ningún momento se nos mencionó que ya estaba convocado el concurso público desde noviembre de 2023. Sr. alcalde, ¿cómo califica usted esta conducta?
Para más inri, en la última reunión del 28 de octubre de 2024, con la comisionada de Servicios Sociales, Sra. Sonia Fuertes, y la Gerente del Área de Derechos Sociales, Salud, Cooperación y Comunidad, Sra. Marta Clarí, por parte del Ayuntamiento, se nos propuso, como compensación, una subvención del Departamento de Salud que no alcanza ni una cuarta parte del presupuesto 2025 del Comedor Social “La Terrasseta”. En esa reunión, se disculparon por no habernos comunicado con tiempo sobre la convocatoria del concurso público, del cual tenían conocimiento desde noviembre de 2023.
Y lo que es peor, el Sr. X. Martínez, Gerente del IMSS, ha respondido por escrito a las instituciones y personas que públicamente nos apoyan, con explicaciones que no se ajustan a la verdad y con la intención sibilina de desacreditar la profesionalidad y la buena labor de AARR y de la Associació Rauxa.
Otro aspecto preocupante es que el dinero público termine en manos de multinacionales con ánimo de lucro. ¿Sabe usted que a la empresa Aramark, que ha ganado el último concurso, se le abonará por comida el doble de lo que se nos pagaba a nosotros? Increíble, pero cierto. ¿Así se beneficia a la ciudadanía de Barcelona, Sr. alcalde?
Por todo lo expuesto anteriormente, y precisamente por ello, quedan cuestionadas las decisiones tomadas por usted y su equipo de asesores, Sr. Alcalde. No solo por nosotros, Associació Rauxa, sino por muchas personas e instituciones que nos han apoyado con cartas que usted ha recibido una por una: Alcohólicos Rehabilitados (AARR) de Rauxa, Street Medicine Institute, Eurocare, Federació Catalana de Drogodependències, Socidrogalcohol, Fundación Hay Salida, CECAS, IL3-Universitat de Barcelona, Federació Catalana de Voluntariat Social, Nueva Acrópolis, CARITAS, Escola Superior de Música de Catalunya, Fundació Irla, Comisión de la calle Fraternitat de Dalt, Institut de Drets Humans de Catalunya, Consejera de Salud de la Generalitat de Catalunya, Fundació Banc dels Aliments de Barcelona, Fundació Paco Candel, Presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, CIRIEC España, Taula d’Entitats del Tercer Sector de Catalunya, Voluntarios de la Associació Rauxa, el Jefe de Hepatología del Hospital de Sant Pau y el 131º Presidente de la Generalitat de Catalunya. Asimismo, le hemos enviado 154 declaraciones individuales de usuarios fijos de “La Terrasseta” expresando su deseo de continuar cenando en “La Terrasseta”, además de 87 nuevos usuarios que desean lo mismo.
Expondremos la trayectoria histórica de la Associació Rauxa para tener una visión más objetiva de la situación que estamos sufriendo:
Somos una ONG, Associació Rauxa, que se creó en 1989 para ofrecer tratamiento integral de dependencia del alcohol y otras drogas a personas sin hogar con esta enfermedad, en la ciudad de Barcelona. El tratamiento, de más de dos años, tiene cinco fases:
- Furgoneta-dormitorio ambulante que se ofrece para motivar a realizar el tratamiento voluntariamente.
- Comunidad Terapéutica con 14 camas donde se inicia el tratamiento de desintoxicación, deshabituación y reinserción.
- Pisos terapéuticos donde se consolida cómo manejar la enfermedad y se realiza la reinserción social.
- Fase de reinserción laboral que se lleva a cabo en el comedor social “La Terrasseta”, que es la que nos preocupa.
- Alta con abstinencia total de alcohol, otras drogas, conductas adictivas y cambio de estilo de vida.
En relación con la cuarta fase de tratamiento o fase de reinserción sociolaboral:
Ganamos el primer concurso público en 1995 del comedor social del Clot, de 300 comidas diarias, convocado por la Generalitat de Catalunya, gestionándolo con gran éxito. La atención primaria, incluidos los comedores sociales, se transfirió a los ayuntamientos en 1999. Ese mismo año, el Ayuntamiento de Barcelona convocó un concurso para los comedores de Navas y Paral·lel al cual nos presentamos. Obtuvimos la puntuación técnica más alta y propusimos el precio más bajo, pero se concedió a EUREST, empresa multinacional con ánimo de lucro. Interpusimos un recurso porque la razón para no concedérnoslo era que no teníamos una certificación de empresa, pero en las bases del concurso decía claramente “tener certificación de empresa o demostrar la experiencia”. El Ayuntamiento vio claro que ganaríamos el recurso y se nos propuso retirarlo ofreciendo como compensación 20 millones de pesetas y el contrato especial de adjudicación negociada que se ha prorrogado cada cuatro años hasta la actualidad. Con ese dinero se pudo comprar “La Terrasseta”.
La relación con el Ayuntamiento hasta el año 2022 ha sido correcta y de respeto mutuo, pero ha cambiado. De enero a junio de 2022, en lugar de un nuevo contrato, se realizan dos prórrogas más con los precios por comida del contrato de 2017, aduciendo razones administrativas y personales del propio Ayuntamiento, lo que genera pérdidas económicas para Rauxa. En mayo de 2022 se nos obliga a aceptar un nuevo contrato con precios por comida ínfimos, con presupuestos hechos por el propio Ayuntamiento. Se nos indica que si no firmamos no habrá contrato porque las prórrogas están agotadas. Firmamos con nuestra clara oposición. En el presupuesto se encontraron muchos errores; algunos se corrigieron a favor de la administración, pero lo que nos afectaba económicamente con pérdidas importantes, el Ayuntamiento no quiso modificarlo. Se ha intentado llegar a un acuerdo en diferentes reuniones y con recursos, aparentemente sin resultados. El resto ya se ha descrito en párrafos anteriores. Estamos a la espera de que nos abonen el mes de octubre de 2024 y de recibir la garantía del contrato; además de que nos abonen la diferencia de las facturas de 28 meses, así como nos compensen las pérdidas de los seis meses del año 2022.
Esperamos que el Ayuntamiento de Barcelona sea lo suficientemente sensato y logremos entre todos una solución práctica que pasa por mantener el contrato especial de adjudicación negociada sin publicidad que hemos gestionado durante 24 años y que ha permitido la recuperación de muchas personas.
“La Terrasseta” se mantiene abierta como siempre, ofreciendo hasta 160 cenas diarias desde el 1 de noviembre de 2024 sin la debida financiación municipal. Así continuará con la ayuda de todos.
Como colofón, recordamos las palabras de Viktor Frankl: “Al hombre se le puede arrebatar todo excepto una cosa: la última de las libertades humanas, que es la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino. Esta libertad interior nadie nos la puede quitar; es lo que confiere sentido a la vida”.
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