Karla Sofía Gascón sonriendo y saludando con fondo rosa y detalles geométricos.
OPINIÓN

Auge y caída de Karla Sofía Gascón: la agonía woke

La polémica suscitada alrededor de Karla Sofía Gascón supone el canto del cisne de una época muy oscura

Imagen del Blog de Octavio Cortés

Ocupa estos días los titulares el ser humano llamado Karla Sofía Gascón, nominado de manera insólita a los premios de la Academia de Hollywood en la categoría femenina, a la que quizás pertenezca en sueños. Fue saludado por la izquierda woke como ejemplo y referente de la lucha trans, pero a los pocos días alguien se entretuvo en husmear por su perfil de X y encontró tuits auténticamente deliciosos sobre el matrimonio Galapagar, la inmigración, la progresía y demás fauna.

Ahora se ha sabido que Netflix ha eliminado su rostro de los carteles y ha vetado su presencia en la campaña promocional de la película. De manera notabilísima, el ser humano llamado Karla Sofía Gascón ha conseguido indignar al planeta entero, desde la derecha a la izquierda, suscitando un tipo de unanimidad global pocas veces vista. La izquierda americana está corrigiendo el rumbo a toda prisa, una vez que las elecciones de noviembre demostraron que la buena gente, la gente de cada día, está hasta las narices de ser acuchillada por las calles, de ser vapuleada por los impuestos y la inflación, de recibir interminables monsergas sobre mujeres con pene y ecofeminismo post-capitalista. En este sentido, el caso de Gascón no deja de ser simbólico: supone el canto del cisne de una época negra de imbecilidad totalitaria que, por fortuna, toca a su fin.

Una persona sonriendo con un vestido azul en un evento con fondo oscuro.

La cultura del meme tiene sus propias reglas: no castiga tanto la mentira como el ridículo. La izquierda, ella solita, se ha ido convirtiendo en algo tan indescriptiblemente estúpido, que ya solo podía ser tratada, en el ágora global de Elon Musk, como material cómico. Por supuesto la intelectualidad progre (los Elisabeth Duval, los Àngels Barceló, los Monedero) por estas latitudes sigue absorta en su peculiar burbuja de idiotez y moralina. Pero van tocando las campanas a muerto: al caso Gascón le precedió el caso Errejón y le seguirán mil más, a medida que la gente vuelva a sonreír y hablar en libertad.

El ser humano llamado Karla Sofía Gascón se ha ganado, de este modo, el rango de Meme Universal. Eso sí, ya podemos prepararnos todos para una gala de los Goya que hará que los mítines de Podemos parezcan un desfile de la Legión. Soltarán discursos insufribles, de rebeldía Armani, y con cada palabra pondrán una pluma más (plumas no será lo que falten, precisamente) en las famosas alas de la ultraderecha.

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