La tormenta que sacude a la familia real noruega: Mette-Marit, al límite por su hijo

La monarquía noruega atraviesa uno de sus momentos más turbulentos. Mientras el rey Harald lucha contra sus problemas de salud y la institución intenta mantener su estabilidad, un nuevo escándalo amenaza con salpicar directamente a la princesa Mette-Marit.

Su hijo mayor, Marius Borg, está en el centro de la polémica tras una serie de acusaciones que no dejan de crecer. Lo que comenzó como rumores sobre su vida descontrolada ha tomado un giro inesperado.

La periodista Pilar Eyre ha revelado información que podría tener graves consecuencias. Según Eyre, Mette-Marit habría encubierto los comportamientos Marius, ignorando las súplicas de una madre que le pidió ayuda tras los daños que supuestamente Marius causó a su hija.

Mette-Marit está al límite por la polémica de su hijo

Marius Borg, hijo de Mette-Marit fruto de una relación anterior, ha sido señalado en varias ocasiones por sus excesos y comportamiento polémico. Sin embargo, ahora las acusaciones han ido más allá.

Pilar Eyre asegura que, hace tiempo, una de las madres de las jóvenes que denunciaron al joven intentó contactar con la princesa. Su intención era mostrarle las secuelas que su hijo le había dejado a su hija.

Según la periodista, Mette-Marit decidió no intervenir ni tomar medidas, lo que podría convertirla en cómplice de encubrimiento. Este señalamiento podría tener repercusiones legales si la justicia noruega decide investigar su papel en los hechos.

Eyre también sostiene que la princesa ha intentado ocultar durante años las fiestas, excesos y comportamientos controvertidos de Marius. La intención de la princesa era protegerlo de las consecuencias de sus actos. Esta revelación podría suponer un duro golpe para su imagen.

Un futuro incierto para la princesa

Mette-Marit, que ya ha enfrentado críticas por su pasado antes de convertirse en princesa, ahora se encuentra en el ojo del huracán. Las acusaciones de encubrimiento no solo afectan su reputación, sino que podrían traer consecuencias legales.

Mientras la familia real noruega trata de gestionar la crisis, el país sigue con atención los acontecimientos. Si se confirma la implicación de Mette-Marit en el encubrimiento de los actos de su hijo, la situación podría volverse aún más complicada.

Por ahora, el escándalo sigue creciendo y deja a la princesa en una posición cada vez más delicada. Sea como sea, el futuro de Mette-Marit pende de un hilo, y su papel dentro de la familia real podría verse seriamente afectado.