El príncipe Guillermo, preocupado tras el último escándalo del rey Carlos y Camila

El rey Carlos III de Inglaterra y la reina Camila han protagonizado una nueva polémica tras mostrar públicamente su apoyo a la comunidad musulmana con motivo del inicio del Ramadán. A lo largo de la semana, la Casa Real británica ha compartido varias publicaciones en redes sociales en las que los monarcas aparecen participando en actos simbólicos de esta festividad religiosa. Sin embargo, este gesto ha provocado una oleada de críticas por parte de sectores más conservadores del Reino Unido.

Un gesto que divide opiniones

El primer acto que desató reacciones fue un vídeo en el que Carlos III y Camila aparecen empaquetando dátiles, un alimento clave en la ruptura del ayuno musulmán al atardecer. “Tradicionalmente, se comen como primer alimento para romper el ayuno al atardecer”, decía el mensaje que acompañaba la publicación en X (antes Twitter). Además, la Casa Real explicó que los dátiles preparados por los monarcas serían enviados a hospitales locales para el Iftar, la cena con la que los musulmanes finalizan su ayuno diario.

Ese mismo día, los reyes participaron en una charla con mujeres musulmanas, entre ellas la jugadora de rugby Zainab Alema y la escritora Hajera Memon. También mantuvieron una conversación con el chef sirio Alarnab en su restaurante Imad’s Syrian Kitchen. Más tarde, publicaron un mensaje en redes sociales expresando sus mejores deseos para quienes celebran el Ramadán en el Reino Unido, la Commonwealth y el resto del mundo.

Críticas por la pérdida de identidad

Pese a que estos gestos tenían como objetivo mostrar apoyo y unidad, la reacción de algunos sectores fue de total rechazo. Usuarios en redes sociales expresaron su desacuerdo con que el monarca: “Para mí, todo terminó cuando murió la reina, ella era una auténtica fuerza para el bien de nuestra nación”. Otros comentarios apuntaban que “la única religión que se debe celebrar y desear lo mejor para cualquier cultura es la fe cristiana”.

Algunas voces incluso llevaron sus críticas más allá, sugiriendo que el Reino Unido podría estar alejándose de sus tradiciones. “En breve, será el califa de califato de Reino Unido, con la abadía de Westminster convertida en mezquita”, comentó un usuario. Este tipo de mensajes reflejan la sensibilidad del tema religioso en un país donde la Iglesia Anglicana ha sido históricamente un pilar fundamental.

Un reinado marcado por la controversia

Carlos III y Camila no son ajenos a la polémica. Desde su ascenso al trono, han tomado decisiones que han generado división entre los británicos, desde su postura en temas medioambientales hasta su relación con la Familia Real. Ahora, con este gesto hacia la comunidad musulmana, han vuelto a estar en el punto de mira.

Mientras algunos aplauden su intento de promover la inclusión y la tolerancia, otros consideran que están dejando de lado las tradiciones británicas. Este tipo de acciones demuestran que cualquier movimiento en el ámbito religioso sigue siendo un tema altamente delicado y capaz de generar intensos debates dentro del Reino Unido.