Mette-Marit con expresión seria junto a un emoji de preocupación.
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Mette-Marit toma una dolorosa decisión tras confirmarse su peor pronóstico de salud

La salud de la princesa de Noruega la obliga a ausentarse en un momento significativo y preocupa a todo el país

La princesa heredera de Noruega, Mette-Marit, ha vuelto al foco mediático tras un anuncio que ha generado preocupación en su país y fuera de él. A través de un comunicado oficial, la Casa Real noruega informó que la princesa estará de baja médica debido al agravamiento de la enfermedad pulmonar crónica que padece desde hace años.

La decisión no ha sido fácil, pero responde a una necesidad urgente: priorizar su salud ante el avance de la fibrosis pulmonar que le fue diagnosticada en 2018. Desde entonces, Mette-Marit ha tratado de mantener una vida institucional activa. Sin embargo, en los últimos tiempos su estado ha ido limitando cada vez más su participación en actos públicos.

Una mujer rubia sonriendo al aire libre con un pañuelo azul alrededor del cuello.

Fibrosis pulmonar: una batalla silenciosa

La fibrosis pulmonar es una enfermedad progresiva e incurable que provoca el endurecimiento de los pulmones debido a la aparición de tejido cicatricial. Este proceso reduce la capacidad respiratoria y genera fatiga crónica, malestar físico constante y dificultades para realizar actividades cotidianas.

Aunque Mette-Marit ha hablado en varias ocasiones sobre su diagnóstico, siempre ha mantenido la intención de seguir cumpliendo con sus funciones como princesa heredera. Sin embargo, las últimas revisiones médicas han obligado a cambiar ese rumbo.

La ausencia de Mette-Marit en la Feria del Libro de Leipzig

El pasado lunes, la Casa Real anunció que Mette-Marit no podrá asistir a la Feria Internacional del Libro de Leipzig, un evento significativo porque Noruega es este año el país invitado. Su presencia estaba confirmada, pero debió ser cancelada tras experimentar un aumento de los síntomas de su enfermedad. En el mismo comunicado, se explicó que Mette-Marit permanecerá de baja durante al menos dos semanas.

Mette-Marit con un traje tradicional noruego sostiene una bandera mientras sonríe y saluda.

Su equipo médico ha recomendado descanso absoluto, lo que implica una reorganización completa de sus actividades a corto y medio plazo. Esta decisión llega tras confirmarse, a principios de marzo, que el deterioro de su salud era más grave de lo esperado. Según fuentes próximas a la institución, Mette-Marit experimenta molestias físicas constantes, lo que limita incluso su capacidad para realizar actividades personales.

Impacto emocional y contexto familiar complejo

Más allá del plano físico, este nuevo revés se suma a un periodo personal especialmente difícil. En diciembre pasado, su hijo mayor, Marius Borg Høiby, fue acusado de varios presuntos delitos sexuales, lo que provocó un gran escándalo mediático y una crisis dentro de la Familia Real.

Haakon de Noruega y Mette-Marit elegantemente vestidos posan para una foto en un evento formal, con Haakon en traje oscuro y Mette-Marit con un vestido blanco y chaqueta roja, mientras fotógrafos capturan el momento en el fondo.

Mette-Marit confesó entonces que el año había sido muy duro, tanto para ella como para su entorno, y reveló que habían buscado ayuda psicológica para sobrellevar la situación. El desgaste emocional, combinado con la carga de su enfermedad, ha hecho inevitable una pausa prolongada en sus funciones institucionales.

Desde su unión a la Familia Real noruega, Mette-Marit ha sido una figura que ha despertado simpatía por su naturalidad y, lejos de los protocolos, ha sabido conectar con la gente. Ahora, al apartarse temporalmente de la vida pública, Mette-Marit muestra que, incluso desde una posición de privilegio, es legítimo reconocer las limitaciones y tomarse un tiempo para sanar. La incertidumbre sobre su estado continúa, pero el respaldo popular se mantiene firme.

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