Montaje de fotos de primer plano de la princesa Leonor y al lado, en el interior de un circulito, su abuelo, el rey emérito don Juan Carlos I, con rostro serio
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Jarro de agua fría para Juan Carlos I tras confirmarse la mala noticia sobre Leonor

Juan Carlos I recibe una última hora de Leonor que pone de relieve cuál es la actual situación de la heredera

Juan Carlos I recibió el pasado domingo 5 de enero un jarro de agua fría: Leonor no asistió a su 87 cumpleaños. La ausencia de la Princesa de Asturias se debió al próximo objetivo que la heredera al trono tiene establecido. Hoy mismo, al filo de las 11 de la mañana, Leonor embarcaba en Elcano para continuar con su instrucción en la Marina.

Este nuevo destino de la princesa impidió que pudiera asistir al cumpleaños que su abuelo organizó en Abu Dabi. Lo que supone un golpe inesperado para el emérito, consciente de que pasará mucho tiempo hasta poder ver a su nieta. Si bien durante su estancia en Galicia sí pudo reencontrarse con ella, ahora la situación es mucho más compleja.

Montaje de Leonor seria vestida de militar y Juan Carlos I serio en traje gris y corbata naranja

Juan Carlos I recibe un golpe inesperado relacionado con Leonor

Leonor fue la gran protagonista de la Pascua Militar que tuvo lugar el lunes 6 de enero en el Salón del Trono del Palacio Real. Mientras tanto, a miles de kilómetros de allí, Juan Carlos I celebraba su 87 cumpleaños con una gran fiesta en Abu Dabi con drones incluidos.

La mala noticia sobre Leonor que ha supuesto un jarro de agua fría para Juan Carlos es que la princesa no asistió a su aniversario. El motivo, además de la Pascua Militar, se debió a su inminente embarque en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Esta misma mañana, a las 11, la heredera al trono ha salido del puerto de Cádiz como parte de su formación militar.

El rey Juan Carlos saluda amablemente a la prensa en Sanxenxo

Cuatro meses después de su instrucción en la Escuela Naval de Marín, Leonor sigue los pasos de su padre y pone rumbo a otro reto. La asociación Cádiz Con Elcano ha sido la encargada de organizar la salida del buque con una solemne fiesta de despedida.

Una Misa en el Convento de Santo Domingo de Cádiz ha sido el inicio de una de las jornadas más especiales para la Familia Real. A esto le ha seguido una procesión de la Virgen del Rosario que, como es tradición, también embarcó en el buque. Tampoco han faltado las salvas de honor del Batallón de Puntales que han acompañado la salida de Leonor.

Todo ello mientras que Juan Carlos se encuentra en los Emiratos, donde recibió los 87 años junto a sus hijas, las infantas Elena y Cristina. También con algunos de sus nietos, donde la gran ausente fue Leonor, cuyo principal objetivo no era estar junto a su abuelo.

Leonor pone rumbo a su viaje más importante

La travesía en el buque Elcano es una de las experiencias que marcarán para siempre la vida de Leonor. La Princesa de Asturias forma parte de lo más de 70 guardamarinas que compartirán con ella esta experiencia. La misma que años antes tuvieron Juan Carlos I en 1958 y su padre, Felipe VI en 1989.

Seis meses serán los que Leonor se encuentre de crucero hasta dar por terminada su formación marítima. Tras esto se convertirá en guardiamarina de segunda, lo que pondrá fin a la segunda fase de su formación militar.

Leonor, con uniforme naval y sonriente, acaricia la espalda a su madre, Letizia, que está al lado de Felipe VI, ambos vestidos de manera casual

Sin embargo, su embarcación hará que la princesa se mantenga alejada de su familia un largo periodo. Si bien durante su estancia en Zaragoza y Galicia pudo reencontrarse con sus padres, ahora deberán esperar a su regreso. Del mismo modo, Juan Carlos no podrá aprovechar sus viajes a España para ver a su nieta.

En el 2024, su último viaje a Sanxenxo en septiembre, le dio la oportunidad de ver a Leonor tal y como publicó Vanitatis. Una reunión a la que también asistieron los reyes y que propició un encuentro de lo más esperado.

Quizás fue ahí donde Leonor aprovechó la ocasión para despedirse de su abuelo, consciente de que no estaría en su 87 cumpleaños. Sea como fuere, una nueva etapa ha comenzado para la princesa de Asturias, lejos del emérito.

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