
Aviso importante a los futuros jubilados: la decisión que puede recortarte la pensión
Antes de retirarse del mercado laboral conviene conocer cuáles son las condiciones que impone la Seguridad Social
Muchos trabajadores sueñan con el momento de su jubilación. Dejar atrás la vida laboral y disfrutar de una nueva etapa suena como una recompensa bien merecida. Pero, lo que pocos tienen en cuenta, es que una decisión aparentemente simple puede impactar de forma permanente en sus ingresos.
Y es que, si no se planifica bien el momento del retiro, la pensión podría sufrir recortes importantes. En España, jubilarse antes de la edad legal sigue siendo posible en 2025. Sin embargo, esta decisión puede tener un fuerte coste económico.
El sistema público de pensiones ha ido modificándose en los últimos años para asegurar su sostenibilidad. Por eso, quienes optan por retirarse antes de tiempo deben asumir penalizaciones que afectan de forma permanente la cantidad que recibirán cada mes.

¿Cuál es la edad legal para jubilarse y cobrar la pensión?
En 2025, la edad ordinaria de jubilación está fijada en 65 años, pero solo si el trabajador ha cotizado al menos 38 años y 3 meses. Si no se alcanza ese periodo, la edad se eleva hasta los 66 años y 8 meses. Esta diferencia es clave, ya que a partir de ella se calculan las reducciones aplicables si alguien decide adelantar su jubilación.
Existen dos modalidades para jubilarse antes de tiempo: voluntaria e involuntaria. En la primera, el trabajador elige retirarse hasta 24 meses antes. En la segunda, que se aplica en situaciones como despidos, problemas económicos o causas personales graves, se puede adelantar hasta 48 meses.
Penalizaciones que reducen la pensión
Si un jubilado decide retirarse por voluntad propia, su pensión se verá reducida en función de los años cotizados y de cuántos meses adelante su retiro. Por ejemplo, un trabajador con menos de 38 años y medio cotizados que se jubile dos años antes, perderá un 21% de su pensión.
En cambio, si ha trabajado más de 44 años y medio, la penalización baja al 13%. La diferencia es clara: las carreras más largas reciben mejor trato.

Estas reducciones se aplican directamente sobre la base reguladora, que es la media de los salarios sobre los que se ha cotizado. Por tanto, el efecto es definitivo y no se corrige con el paso del tiempo.
Si la jubilación anticipada se produce por causas ajenas a la voluntad del trabajador, el sistema es algo más flexible. Las penalizaciones también existen, pero son menores. Por ejemplo, una persona con menos de 38 años y medio de cotización que se jubile cuatro años antes por razones involuntarias, verá recortada su pensión un 30%.
En casos de trayectorias laborales muy largas, esa penalización se reduce hasta el 24%, recoge la web de Onda Cero.

Profesiones de riesgo
Los trabajadores que han tenido empleos considerados peligrosos o muy exigentes físicamente también tienen un régimen especial. Profesiones como bomberos, policías locales, personal de vuelo o mineros, entre otras, pueden acceder a coeficientes reductores. Les permiten retirarse antes sin sufrir recortes.
Para ello, deben haber trabajado al menos 15 años en ese puesto y cotizado más durante ese tiempo.
La jubilación es cuestión de estrategia
Como puede verse, las decisiones que se tomen antes de dejar la vida laboral tienen un gran impacto en el futuro económico. Adelantarse sin cumplir los años de cotización exigidos o sin calcular bien las consecuencias puede reducir la pensión de forma importante.
Por eso, los futuros jubilados deben informarse bien, estudiar sus años cotizados y analizar si realmente les compensa jubilarse antes. El sistema actual premia las carreras largas y castiga los retiros prematuros.
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