Mujer de cabello rizado y expresión seria en primer plano con la ciudad de Barcelona y la Sagrada Familia al fondo
CORAZÓN

Nos adentramos en el colorido barrio donde nació Mònica Terribas: es el más bohemio

Plazas con vida, modernismo y fiesta comunitaria entretejen el paisaje donde la periodista dio sus primeros pasos

Mònica Terribas es una de las periodistas más influyentes de Cataluña. Su trayectoria profesional ha estado marcada por la televisión, la radio y la prensa escrita, donde ha ejercido siempre con un estilo propio. De hecho, en 2008 se convirtió en directora de TV3, siendo la primera mujer en ocupar ese cargo.

Permaneció en el puesto hasta 2012 y dejó una huella importante en la televisión pública catalana. Más tarde condujo durante años el programa matinal de Catalunya Ràdio, consolidándose como una de las voces más reconocidas del panorama mediático.

Cuatro personas están sentadas alrededor de una mesa en un estudio de radio con micrófonos y computadoras, mientras conversan y graban un programa en Catalunya Ràdio.

Actualmente combina su labor como profesora universitaria con colaboraciones en diferentes medios de comunicación. Además, sigue participando activamente en foros culturales y en el debate público de Cataluña, donde se ha ganado un lugar de referencia.

El barrio más bohemio de Barcelona, lugar de nacimiento de Mònica

Mònica Terribas creció en Gràcia, seguramente el barrio más destacado y uno de los más populares de Barcelona. Cada año recibe millones de visitas por su gastronomía, las numerosas actividades de ocio y su modernismo. Pasear por sus calles es como viajar en el tiempo, a un lugar muy colorido, pues allí el arquitecto Gaudí dejó muchas de sus obras.

Retrato antiguo de un hombre con barba y bigote, vestido con saco y mirando hacia la cámara

Muchos describen esta zona de la ciudad como bohemia, cosmopolita y bulliciosa. Con más de 50 000 habitantes, es uno de los barrios más poblados de Barcelona. Se sitúa en el Distrito de Gràcia, que lleva el mismo nombre.

Además, el barrio es famoso por sus plazas. Lugares como la Plaza del Sol, la del Diamant o la de la Virreina concentran la vida social de vecinos y visitantes. 

Plaza urbana con terrazas de cafeterías, árboles y edificios residenciales al fondo en un día soleado

La Vila de Gràcia

Al principio, Gràcia era una zona agrícola muy pequeña en Barcelona, que fue adquiriendo importancia con la industrialización. En 1850 se consolidó como municipio independiente con apenas 13 000 habitantes.

En pocas décadas creció de forma acelerada, hasta superar los 30 000 en 1877. Ese crecimiento hizo evidente la necesidad de más servicios, y la integración en Barcelona fue cada vez más debatida. Finalmente, la Vila de Gràcia se unió a la ciudad en 1897, cuando ya contaba con más de 60 000 habitantes.

Personas caminando y niños jugando en una plaza antigua rodeada de edificios con balcones

Hoy muchos carteles y vecinos aún se refieren al barrio como “Vila de Gràcia”. La mayoría de sus vecinos se sienten orgullosos de su origen, así que prefieren este nombre.

Qué ver en Gràcia

Una de las atracciones turísticas más interesantes es la Casa Vicens, que no es ni más ni menos que la primera gran obra de Gaudí. Fue construida entre 1883 y 1885 con un estilo modernista, pero con influencias neoárabes. Para visitarla por dentro es necesario comprar la entrada.

Edificio de arquitectura modernista con fachada colorida y detalles geométricos ubicado en una calle urbana

Otra visita imprescindible es el Parque Güell, también obra de Gaudí. Se extiende a lo largo de más de 17 hectáreas y está decorado con elementos modernistas que son una explosión de color.

El barrio ofrece también cines en versión original, teatros independientes y asociaciones vecinales muy activas. Todo ello convierte a Gràcia en un lugar que respira cultura en cada rincón.

El vínculo de Mònica Terribas

Mònica Terribas creció en este barrio lleno de vida, donde la mezcla de tradición y modernidad marcó su infancia. Ha recordado que para ir a la escuela debía cruzar otros barrios de Barcelona, lo que le permitió conocer la diversidad de la ciudad.

Aunque su carrera la ha llevado a escenarios muy distintos, desde redacciones a universidades, Gràcia siempre ha estado presente en su identidad. Es el lugar donde se forjaron sus primeros recuerdos y donde aprendió a observar con curiosidad el mundo que la rodeaba.

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