
Adiós tras 106 años de historia: el negocio de toda la vida que ha cerrado en Cataluña
El cierre de una histórica carnicería en Cataluña pone fin a años de tradición familiar y servicio a la comunidad
El cierre de un negocio nunca es una buena noticia. Y, si se trata de un negocio centenario, la noticia cae como un jarro de agua fría para muchos. Es el caso de una histórica carnicería catalana, que ha cerrado sus puertas para siempre este pasado sábado.
Se trata de la Carnicería Borrull, situada en el Raval de Martí Folguera de Reus. A pesar del tiempo y los cambios, su cierre ha generado una gran conmoción en toda la ciudad, explica el Diari Més. La noticia ha atraído a numerosos clientes a la tienda, muchos de los cuales no han podido esconder su tristeza.
Carles Borrull, propietario de Casa Borrull y tercera generación al frente del negocio, ha puesto fin a 66 años de trabajo con sentimientos encontrados. Mientras algunos clientes le han agradecido entre lágrimas su labor, él ha relatado lo difícil que es cerrar un capítulo tan importante en su vida.

Un negocio familiar con más de 100 años de historia
Los orígenes de Casa Borrull se remontan a 1919, cuando la hermana de la abuela de Carles abrió una carnicería en Reus. A principios de los años 50, sus abuelos decidieron trasladarse a la ciudad, donde la tienda fue ampliándose hasta llegar al Mercado Central. A lo largo de los años, se expandió con otras ubicaciones en la ciudad, pero el negocio comenzó a reducirse cuando algunos socios se marcharon.
A pesar de la expansión inicial, el negocio se enfrentó a la realidad de la falta de un relevo generacional. Carles Borrull, consciente de los cambios actuales, explica que los avances tecnológicos y la complejidad de los nuevos sistemas dificultan la adaptación del negocio a las demandas actuales.
El propietario de Casa Borrull reconoce que, si bien algunos de sus hijos podrían haber continuado con la tradición, han optado por carreras diferentes. "Ellos han visto cómo su padre ha trabajado durante 45 años, y han preferido seguir otros caminos", informa Diari Més.

Un cambio en los hábitos de consumo
El cierre de Casa Borrull también refleja el cambio en los hábitos de consumo de la sociedad actual. A lo largo de los años, las celebraciones familiares y las comidas en casa han perdido terreno frente a las cenas en restaurantes.
Carles Borrull ha señalado que el consumo de productos de calidad ha disminuido, aunque mantiene la esperanza de que en el futuro la situación cambie. "La gente quiere comer de manera más saludable, pero no siempre está dispuesta a pagar", reflexiona.
El propietario también reconoce que los negocios tradicionales como el suyo se enfrentan a la competencia de las grandes franquicias y superficies comerciales. A pesar de todo, mantiene su fe en la calidad del producto y en los valores que han caracterizado a Casa Borrull desde sus inicios. Según Borrull, "las cosas vuelven, aunque de forma diferente", y aunque no verá este cambio, espera que en el futuro se valore más la calidad.
El cierre de Casa Borrull pone fin a más de 100 años de historia, pero también resalta los desafíos a los que se enfrentan muchos negocios en una época de cambios. Aunque la jubilación de Borrull marca el final de una era, su legado permanecerá en la memoria de todos aquellos que han sido clientes.
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