
Oficial: Giro de 180 grados en el caso de la familia española fallecida en Nueva York
Las autoridades han tomado una drástica decisión con la empresa turística tras el trágico accidente en el río Hudson
Las autoridades estadounidenses han dado un paso inesperado en la investigación del trágico accidente aéreo ocurrido en Nueva York. En medio del dolor por el fallecimiento de seis personas, entre ellos una familia española, ya se empiezan a tomar decisiones al respecto. El caso, que ha generado una fuerte conmoción tanto en Estados Unidos como en España, sigue en el centro del debate.
Las decisiones no se han hecho esperar, al tratarse de un caso que afecta directamente a un motor de la economía local: el turismo. Por ello, en las últimas horas hemos sabido que las autoridades han actuado de urgencia, para tratar de calmar los ánimos. En Nueva York, millones de personas realizan vuelos en helicóptero cada año, por lo que ahora la preocupación es máxima.

La empresa turística queda suspendida de forma inmediata
La Administración Federal de Aviación (FAA), organismo regulador de la aviación civil en Estados Unidos, ha confirmado el cierre inmediato de la compañía New York Helicopter Tours, encargada del vuelo siniestrado. A través de un comunicado en la red social X, la FAA señaló que la empresa cesa sus operaciones de forma definitiva y sin posibilidad de continuar prestando servicios turísticos. La decisión llega como respuesta directa al accidente del helicóptero que se estrelló en el río Hudson, dejando seis víctimas mortales.
Además del cierre, la FAA ha anunciado que revisará en profundidad tanto la licencia como el historial completo de seguridad del operador turístico. Según el organismo, este análisis se inicia de forma urgente para verificar si existieron negligencias o incumplimientos previos. También han manifestado su intención de colaborar con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), el ente que lidera la investigación del siniestro.
Otro dato es que la aeronave no contaba con ningún sistema de grabación de vuelo ni cámaras, lo que complica la tarea de los investigadores. La NTSB ha desplegado a diecisiete especialistas que están trabajando en la recolección de evidencias, aunque ya han confirmado que no se han encontrado datos audiovisuales del trayecto. Esta ausencia de información clave levanta aún más sospechas sobre las condiciones de seguridad que ofrecía la compañía.

Críticas a la empresa propietaria del helicóptero
El senador Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata, exigió la retirada del certificado de operación de la empresa, acusándola de trabajar con estándares mínimos, informa El Nacional. Criticó que el helicóptero implicado en el accidente tenía más de dos décadas de antigüedad, algo que considera inadmisible en vuelos comerciales. Para Schumer, la empresa pudo haber priorizado sus ingresos antes que la seguridad de los pasajeros.
El accidente ocurrió el pasado jueves, cuando un helicóptero turístico se precipitó sobre el río Hudson tras perder partes del fuselaje en pleno vuelo. A bordo viajaba una familia de Barcelona, formada por Agustín Escobar, su esposa Mercè Camprubí, y sus tres hijos, además del piloto. Todos fallecieron en el acto y sus cuerpos fueron recuperados por los equipos de rescate.

La noticia llega además en un contexto sensible, tras otro accidente aéreo ocurrido apenas unas horas después. Una avioneta se estrelló en Copake, dejando una víctima mortal más y desatando nuevas alarmas sobre la seguridad en vuelos pequeños. Las investigaciones siguen su curso, pero la presión pública y política ya ha obligado a tomar medidas ejemplares.
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