Los 4 trucos de Carme Ruscalleda para preparar unos ‘calçots’ deliciosos

En pleno invierno, los calçots se convierten en protagonistas de una de las celebraciones más esperadas: las calçotadas. Esta tradición, originaria de Valls, reúne a amigos y familiares alrededor de las brasas para disfrutar de estas tiernas cebollas. La reconocida chef Carme Ruscalleda ha compartido sus secretos para preparar calçots de manera perfecta, tanto al aire libre como en una cocina convencional.

Según Carme Ruscalleda, la manera tradicional de cocinar calçots sigue siendo insuperable. Sobre una parrilla colocada directamente en el fuego vivo, los calçots se asan hasta que su capa exterior se carboniza por completo. Este proceso garantiza un interior jugoso y tierno que se desvela al pelar las hojas negras.

"Unos dedos manchados de ceniza son el símbolo de una auténtica calçotada", asegura la cocinera. Para disfrutar plenamente, se sumergen en la clásica romesco que aporta un toque inigualable. Aunque nada iguala el encanto de las brasas, Carme Ruscalleda explica que es posible disfrutar de los calçots en casa de diversas maneras.

Carme Ruscalleda desvela sus secretos

Entre las recomendaciones de la cocinera catalana destacan:

• Al horno: Un método que simula la textura de los calçots a la brasa, aunque sin el característico quemado exterior.
• Rebozados: Pasados por huevo y pan rallado, se fríen hasta obtener una textura crujiente.
• Rellenos: Tras asarlos al horno, se rellenan con ingredientes como queso, ofreciendo un giro creativo.
• Croquetas: Ruscalleda sugiere caramelizar la parte blanca de los calçots y mezclarla con bechamel para crear unas croquetas deliciosas.

Eso sí, los amantes de los calçots saben bien que no hay festín sin la salsa. Así que prepararla también es todo un ritual. En este sentido, Carme Ruscalleda apuesta por una versión ligera y sabrosa.

"Sin ñora ni pan, solo tomate y ajo asados, almendras, avellanas, vinagre, sal, pimienta y aceite de oliva", explica. Esta receta resalta la frescura y naturalidad del plato, permitiendo que cada cocinero ajuste los sabores a su gusto. "El truco es probar y experimentar hasta dar con la fórmula ideal", señala.

El calçot como un ingrediente más en la cocina

Además de su papel en las calçotadas, los calçots son una excelente opción para platos rápidos. "Son más tiernos y dulces que la cebolla convencional, perfectos para sofritos, tortillas o guisos de patatas", destaca Carme Ruscalleda. Con estas ideas, la chef invita a todos a explorar la versatilidad de los calçots y a celebrar esta joya de la gastronomía catalana.

Puede que en un principio parezca algo extraño ver a gente alrededor de una mesa celebrando la suerte de comer unas cebollas asadas. Pero no hay más que probar uno para constatar que se trata de un manjar. Y en Cataluña, además, una escusa más para reunirse y celebrar.