Importantes cambios en el Metro de Barcelona: lo que pasará con muchas paradas

Las obras de ampliación de la línea 9 del metro de Barcelona continúan avanzando con el inicio de los trabajos en la estación Campus Nord. Este proyecto representa un paso crucial para completar el tronco central de la L9/L10. Sin duda, una infraestructura clave para mejorar la conectividad entre los barrios del norte de la ciudad y el resto de la red metropolitana.

La estación Campus Nord estará situada entre las calles John Maynard Keynes e Ignasi de Solà-Morales i Rubió, junto a los jardines de Torre Girona. Esta parada beneficiará a las facultades y al barrio de Pedralbes, mejorando significativamente la movilidad en la zona. Durante los primeros meses de obras, la prioridad será la instalación de pantallas de protección, el desvío y la excavación del pozo.

Cabe destacar que este último tendrá unos 55 metros de profundidad y 26 metros de diámetro. El proyecto forma parte de un plan estratégico para incrementar la capacidad del transporte público en Barcelona y responder a la creciente demanda. Actualmente, las obras también están en marcha en otras estaciones clave como Mandri, Sarrià, Plaça de Maragall y Sanllehy.

El metro de Barcelona está en plena evolución

Además del macropozo de la Sagrera, que se posiciona como una infraestructura esencial para completar el tramo central de la línea. La Generalitat prevé inaugurar en 2027 cuatro nuevas estaciones: Guinardó i Hospital de Sant Pau, Plaça de Maragall, Sagrera TAV y La Sagrera. No obstante, el tramo entre Zona Universitària y Guinardó aún no cuenta con una fecha definitiva para su finalización.

Durante este 2025, se espera iniciar la construcción de nuevas paradas en el metro de Barcelona. Un ejemplo es la de Manuel Girona, consolidando los avances hacia la culminación de este proyecto. Se estima que, una vez completada la línea 9, la demanda de pasajeros del metro de Barcelona cuadruplicará su volumen actual.

De los 27 millones de usuarios anuales que registra en la actualidad, se proyecta alcanzar los 113 millones. Por lo que esta ampliación promete transformar la movilidad en Barcelona, ofreciendo una red de transporte más eficiente y conectada. Con cada nueva estación, Barcelona se acerca a su objetivo de consolidar un sistema público capaz de satisfacer las necesidades de sus habitantes.

Una inversión de futuro

Lo que ahora puede parecer un incordio para los usuarios del metro, a la larga, seguro que será un beneficio para todos. Sobre todo, teniendo en cuenta que cada vez más la movilidad en grandes ciudades como Barcelona pasa por el uso de transportes como el metro. De ahí que otras grandes ciudades, como Madrid, también estén apostando por la renovación de sus líneas.

No siempre es fácil saber qué es lo mejor para el futuro de las ciudades. Aunque si algo está claro es que renovar este tipo de sistemas es la mejor solución para consolidar el uso del transporte público. El metro de Barcelona no podría quedarse atrás y este 2025 será decisivo para su evolución.