Sílvia Orriols obliga a Junts a mover ficha: el nombre para sustituir a Puigdemont

En Junts per Catalunya crece la inquietud. La última encuesta de La Vanguardia ha sacudido al partido al situar a Aliança Catalana con hasta 19 diputados en el Parlament. El ascenso de Sílvia Orriols ya no se percibe como un fenómeno puntual, sino como una amenaza real para un electorado que Junts consideraba propio. La preocupación se extiende tanto en la dirección como en el territorio.

El descontento ha quedado patente esta misma semana. Varios alcaldes de Junts se reunieron con Jordi Turull, secretario general de la formación, para trasladarle un mensaje claro: el cordón sanitario contra Aliança debe revisarse. Entre ellos estaban representantes de municipios como Calella, Olot, Vic, Manlleu y Cabrera de Mar.

Todos coincidieron en señalar que mantener un veto absoluto a la hora de pactar solo servirá para debilitar la posición local del partido en zonas donde Sílvia Orriols gana terreno.

Algunos de esos dirigentes han ido más lejos. Según The Objective, han solicitado un encuentro directo con Carles Puigdemont. Quieren advertirle de que la situación puede desbordarse si no se actúa con rapidez. Los alcaldes alertan de que la influencia de Aliança no se mide ya solo en encuestas.

Empieza a notarse en las calles, en las plazas y en los ayuntamientos. La posibilidad de perder apoyos en los bastiones tradicionales del independentismo moderado preocupa de manera creciente.

En medio de este ruido, una cosa está clara. Nadie dentro de Junts discute el liderazgo de Puigdemont. Su figura sigue siendo intocable, el referente que une al partido. Pero también existe una certeza: él no será el candidato a la Generalitat en unas futuras elecciones.

Y ahí surge el dilema. El partido necesita un rostro fuerte, capaz de disputar la centralidad política que ahora parece en riesgo. La encuesta de La Vanguardia da a Junts 21 diputados, un auténtico desastre.

Míriam Nogueras, ¿El antídoto contra Sílvia Orriols?

En las conversaciones internas aparece con fuerza el nombre de Míriam Nogueras. La portavoz de Junts en el Congreso se ha consolidado como una dirigente de perfil combativo. Su tono directo, a menudo duro, es visto ahora con buenos ojos tras el fenómeno Sílvia Orriols. Para sectores del partido, Nogueras encarna la firmeza que puede frenar el atractivo de Aliança entre los votantes desencantados.

La hipótesis de una candidatura de Nogueras genera debate, pero gana apoyos. Su estilo contrasta con el de otros dirigentes más discretos. Y ese contraste, según voces internas, puede convertirse en una ventaja. Nogueras no solo es mujer, forma parte de otra generación y conecta con este votante indepe más radical.

El escenario que se abre es complejo. Junts deberá decidir si flexibiliza su postura frente a Aliança en el ámbito municipal, con el riesgo de abrir grietas en su propio relato. También tendrá que definir un candidato capaz de resistir en campaña y ofrecer un proyecto convincente para una tormenta que cada vez es más cercana.

El partido encara, así, semanas de debate intenso. Los alcaldes presionan desde el territorio y Puigdemont sigue siendo el único que toma las decisiones. Pero el crecimiento de Sílvia Orriols obliga a mover ficha. Y quién sabe si ya es demasiado tarde.