Salvador Illa también deja atrás al procesismo en su discurso de Navidad
Entre referencias a la ‘fraternidad’ y a la ‘esperanza’, Salvador Illa no se mete en jardines políticos
Fiel a su estilo, el presidente Illa no ha hecho nada disruptivo en su primer discurso de Navidad a los ciudadanos de Cataluña. Desde Palau y con una ambientación muy institucional, el discurso de Illa sintetizó de manera simbólica el espíritu de su Govern. Perfil bajo, buenas palabras, reivindicación de la unidad y sin referencias a las clásicas polémicas políticas del procesismo.
El presidente empezó por agradecer la labor de los trabajadores públicos, para acto seguido recordar las “raíces cristianas” de la Navidad. Esto reviste cierta importancia si se tiene en cuenta el vaciamiento cultural de la Navidad que se vive en Cataluña. Del mismo modo, Illa apeló a la “paz” y a la “fraternidad” en referencia a las guerras que ahora mismo están abiertas.
En este sentido, la “fraternidad” le motivó a Illa algunos comentarios en los que sí se pudo entrever un fondo más político y actual. Así, por ejemplo, habló de “fraternidad entre territorios” y “fraternidad en nuestro día a día”. Son referencias claras, pero indirectas, al estado social y político de Cataluña, que ya todos dan por descontado que es el postprocés.
Así mismo, también hubo espacio para apelaciones a asuntos espinosos, como las tensiones étnicas y culturales que ahora se observan en Cataluña. “Es importante que vivamos nuestra diversidad como una riqueza”, dijo Illa. “No nos tenemos que dejar llevar ni por los discursos que pretenden dividirnos, ni por los discursos cargados de odio y pesimismo”, concluyó.
Y con respecto al año entrante, la idea de la “esperanza” actuó como el gran marco en el que Illa quiere seguir desplegando su proyecto político. “Cuando hemos compartido esperanzas, esfuerzos y optimismo hemos progresado más”, señaló Illa. Aunque el president también dijo ser “muy consciente” de las dificultades existentes, aunque no hubo referencias explícitas a estas dificultades.
La vivienda: el gran ausente
A pesar de que el discurso era deliberadamente aséptico, fue muy destacada la ausencia de referencias al problema de la vivienda. Como ya se observa, este problema está tomando la forma del gran eje de la legislatura, superando a la inseguridad o a la financiación singular. Sin embargo, el Govern está siendo muy cauto con este asunto y evita pillarse los dedos con esta bomba de relojería social.
En definitiva, el PSC no se sale del marco que le ha permitido capitalizar el colapso procesista. Por ahora, el Govern abraza todas las buenas palabras posibles y se dedica a poner en marcha grandes líneas de trabajo (multirreincidencia, vivienda pública, etc.). El 2025 pone fin a los primeros meses de una legislatura que todo apunta que será de tránsito.
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