El robo a una anciana de 92 años que ha desatado la indignación en Cataluña

Los más afectados por los altos niveles de delincuencia en Cataluña son los ciudadanos, que pagan cada vez más impuestos para sentirse desprotegidos. Más allá de las cifras, llama la atención el gran número de testimonios que comparten su experiencia diariamente en las redes. Son experiencias reales que reflejan la grave degradación de la seguridad y que dejan entrever el hartazgo de los catalanes.

Algunos testimonios son especialmente impactantes y encienden aún más los ánimos de los catalanes. Leyendo historias como esta, surge la duda de dónde está el límite de la paciencia de los ciudadanos ante esta situación.

Neus es vecina de Barcelona, maestra de primaria y aficionada al arte, la historia y la lengua. Hace unos días compartió una experiencia triste y a la vez indignante. Su madre de 92 años fue víctima de un robo en plena calle, y las ladronas no tuvieron piedad de ella aunque va con andador.

Según explica ella misma ocurrió en la Plaza Molina de Barcelona, en la zona de Sarrià-Sant Gervasi. Las ladronas eran dos mujeres "de fuera", y mientras una la distraía la otra le robaba sus pertenencias del andador. Afirma que más que los objetos robados fue el impacto que causó el robo en una mujer mayor de edad como su madre. 

Su mensaje se ha llenado de comentarios de gente que le muestra su apoyo y que lamentan la degradación de la ciudad. Hablan de robos constantes, altercados, ruidos y suciedad, una ciudad que ha perdido todo el brillo que tuvo antaño. 

Muchos se han preocupado por el estado de su madre. "Está bien", responde, "pero aún tiembla, pobrecita. Pero aparte del dinero nos quedan los trámites y el susto". Lamentablemente, cuando bloquearon las tarjetas ya habían sustraído el dinero.

Cansados de tanta inseguridad

Hay también muchos comentarios culpando a los partidos que han gobernado en Cataluña y en Barcelona de la inseguridad actual. Partidos como ERC y Comuns, que además han negado el problema de la delincuencia y han llamado extrema derecha a quienes lo han denunciado.

"Queremos más Bukeles y menos síndica de greuges", reza un comentario. Se refiere a la última polémica suscitada por la Síndica de Greuges, que pidió la readmisión de los presos peligrosos en las cocinas de las cárceles catalanas. Es un ejemplo del buenismo que cada vez más gente detesta, sobre todo con sucesos diarios como el de esta señora de 92 años.