Personas con chalecos reflectantes y pasamontañas escoltan a un individuo con capucha en un entorno urbano.
POLÍTICA

En libertad seis de los diez yihadistas de Barcelona que querían decapitar infieles

Tres de los integrantes de la célula terrorista han sido liberados sin medidas cautelares

La Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra desmantelaron la semana pasada una célula terrorista pakistaní instalada en Barcelona. Detuvieron a diez personas que, según las pesquisas, planeaban decapitar a activistas y personajes públicos críticos con el Islam. Además querían difundir los vídeos de las ejecuciones en plataformas de mensajería instantánea para conseguir un mayor impacto.

Un agente de policía de espaldas con un grupo de personas y pancartas al fondo.

Según informa Rubén Pulido en La Gaceta, seis de los diez detenidos han sido puestos en libertad con cargos. Pese a la consistencia de las pruebas aportadas y la gravedad de los hechos, los yihadistas ya están en la calle. 

Se trata de una información inquietante, teniendo en cuenta la situación de extremo riesgo que vive Europa por la amenaza terrorista islamista. Hay que recordar que España sigue manteniendo el nivel 4 reforzado de alerta antiterrorista. Y que Cataluña es un lugar especialmente sensible por la amplia presencia de musulmanes radicalizados.

Seis liberados, tres sin medidas cautelares

Ante la inminente ejecución de sus planes, los sospechosos fueron detenidos el miércoles por enaltecimiento, apología y financiación del terrorismo. La policía les acusó además de adoctrinamiento y “acciones orientadas a la selección de posibles objetivos”. El jueves fueron conducidos ante el juez, que decretó prisión provisional para cuatro de ellos.

Tres fueron liberados con medidas cautelares y los otros tres sin ningún tipo de restricción. Esta es la tercera fase de una operación en la que ya cayeron cinco terroristas en 2022 y 14 en 2023. Lo cual demuestra que el islamismo en un peligro real y latente dentro de nuestras fronteras.

Muy radicales y dispuestos a actuar

Los Mossos d’Esquadra llevaban dos años siguiendo a esta célula con tentáculos en Barcelona y otras ciudades del área metropolitana. Según la investigación, habían trazado un plan para localizar y ejecutar a personas que criticaban el islam en las redes sociales. 

El grupo, “perfectamente jerarquizado y organizado”, se dedicaba a rastrear en las redes para identificar a los objetivos. El siguiente paso era localizarlos con la voluntad de cortarles la cabeza y difundir las imágenes para causar terror. Las alarmas saltaron cuando la policía detectó movimientos para llevar el plan a la práctica.

Esto precipitó la operación de desmantelamiento de la célula y detención de los yihadistas, la semana pasada. Pese a que la policía alertó de su radicalidad y de que estaban preparados para actuar, seis de los diez detenidos ya están en libertad.

Infiltrados en la sociedad

Según la información de Rubén Pulido, los detenidos vivían en España y llevaban vidas totalmente rutinarias. De hecho, esto formaba parte del plan. Querían pasar desapercibidos entre la masa mientras se comunicaban con códigos encriptados y urdían su plan.

Los yihadistas eran repartidores, empleados de locutorio, dependientes en tiendas de electrónica o recogedores de chatarra. Detrás de una supuesta integración y su fachada familiar y laboral, planeaban la decapitación de infieles blasfemos. Es lo que se conoce como taqiya, una táctica que permite la ocultación de la fe para infiltrarse en sociedades no musulmanas y lograr sus objetivos.

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