Qué dice la ley sobre la prohibición del velo islámico que propone Sílvia Orriols

El gobierno de Ripoll, en manos de Aliança Catalana, ha presentado una propuesta de modificación de la ordenanza de civismo que incluye la prohibición del velo islámico en escuelas y equipamientos municipales. La propuesta podría acabar chocando con la negativa de la oposición, y con un posible veto de los tribunales.

Primero, la modificación de la ordenanza tendrá que ser aprobada por mayoría simple en el pleno municipal. No lo tendrá fácil Sílvia Orriols. Sobre todo después de la frustrada moción de censura, que ha aumentado aún más la tensión entre gobierno municipal y oposición. 

Si finalmente se aprueba, la ley podría acabar en los tribunales. La jurisprudencia tampoco acompaña a los impulsores de la medida, ya que el Tribunal Supremo prohibió en 2013 una medida análoga impulsada por el ayuntamiento de Lleida. 

En todo caso, la propuesta ha generado un fuerte impacto en la opinión pública. Orriols defiende la prohibición del hijab por razones de seguridad, y para garantizar la igualdad de género. Sus detractores advierten que vulnera los preceptos legales e internacionales.

Pero, ¿qué dicen la ley española y los preceptos internacionales sobre la prohibición del velo islámico? ¿Se podrá aplicar la medida en Ripoll?

Vacío legal en España

En España no hay ninguna ley que regule el uso del velo islámico en las escuelas o en los equipamientos municipales. Tampoco existe una regulación marco en la UE que permita establecer criterios comunes. Esto acaba dejando la aplicación de la prohibición a criterio de los ayuntamientos o de las propias escuelas.

En el caso de las escuelas, la responsabilidad de aprobar una ley que prohiba el uso del velo islámico en las aulas recae en el Ministerio de Educación. Hasta ahora, esto no se ha producido. Y son los centros quienes tienen que establecer su propio protocolo a través del reglamento interno.

En el ámbito educativo sí hay un precedente jurídico a favor de la prohibición. En 2013, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid avaló la prohibición de una alumna de asistir con el pañuelo a clase en un instituto de Pozuelo de Alarcón. 

En cuanto a los espacios públicos, los precedentes no son muy halagüeños para Orriols. El Tribunal Supremo sentó jurisprudencia en 2013 al revocar la prohibición del velo islámico en los espacios públicos propuesta por el ayuntamiento de Lleida. Hasta ahora, la justicia ha hecho prevalecer el derecho fundamental de libertad religiosa frente a otros conceptos como la laicidad, la seguridad y la igualdad de género.

Qué pasa en Europa

España sigue siendo una excepción dentro de la UE, donde los países con alto porcentaje de inmigración islámica han legislado contra el uso del velo islámico.

Francia fue pionera desde que el gobierno nacionalista de Jacques Chirac prohibiera el velo islámico en las escuelas públicas en 2004. En 2023 se prohibió también la abaya, la túnica que cubre el cuerpo desde el torso hasta los pies. Marine Le Pen ha prometido prohibir el velo islámico en la calle si gana las elecciones en 2027.

Aunque el hijab sigue siendo permitido en la mayoría de países, muchos han legislado contra el uso del velo integral (burka o niqab). 

Bélgica fue pionera al prohibir en 2011 cualquier prenda que cubriera el rostro incluyendo el burka o el niqab. Francia implantó la norma en 2018, aunque con lío en los tribunales, y Países Bajos lo hizo en 2019. 

Austria prohibió el uso del velo islámico integral en espacios públicos en 2017, y fue un paso más allá. Al año siguiente prohibió el hijab para niñas menores de diez años en guarderías y escuelas de primaria.

Letonia también impulsó la medida en 2017, y Dinamarca en 2018 en medio de una oleada de protestas de mujeres musulmanas. Mención especial merece el caso de Italia. Allí, en 2011, el partido de Silvio Berlusconi impulsó una medida que castiga con un año de cárcel y multas de hasta 30.000 el uso del velo integral en espacios públicos.

En España el uso del burka y el niqab sigue siendo permitido, y de hecho cada vez es más frecuente ver a mujeres cubiertas de pies a cabeza por las calles. Pero en este caso sí hay una grieta legal. Hasta ahora, una decena de ayuntamientos han conseguido impulsar la prohibición del velo integral en las instalaciones municipales.