
El procesismo convierte el pinchazo de la Diada en un triunfo: 'Seguimos aquí'
Épica digital para maquillar el hecho de que el procesismo civil y político ha tocado fondo
El independentismo catalán ha presentado como éxito la Diada probablemente más descafeinada de los últimos años. Mientras la Guardia Urbana cifra en 28.000 los asistentes en Barcelona y en 41.700 el total en toda Cataluña, las entidades organizadoras lo elevan por encima de los 100.000. De paso, lo definieron como una “lección” a quienes dan por muerto el movimiento. Pese al descenso, el relato procesista ha virado rápido hacia la idea de resistencia: “seguimos aquí”.
Las cifras y el marco del “pulso en la calle”
ElNacional, por ejemplo, cabecera afín a Junts, abrió la cobertura destacando que el independentismo “mantiene el pulso en la calle” en “la Diada más difícil”. En paralelo, cabe destacar que la jornada estuvo atravesada por polémicas. Las más destacas son los cánticos contra Illa o las tensiones cruzadas con Aliança Catalana.
El director de VilaWeb, Vicent Partal, evitó entrar en la batalla de cifras y reivindicó tres “buenas noticias”. El “estallido” de relevo generacional, la “autonomía” de la sociedad civil respecto a los partidos y la “persistencia” de la ANC como engranaje que mantiene al país “en pie”. Es decir, un marco que busca desplazar el foco del número de asistentes hacia la cualidad del público y la continuidad organizativa.

Mensajes de liderazgo y tono épico
Jordi Graupera (Alhora) abonó esa lectura con un balance “más alegre y vivo” que el año pasado, con “más gente joven” y “más receptividad” a ideas nuevas.
Por su lado, Carles Puigdemont coronó el hilo narrativo con un mensaje de gran épica. La Diada como renovación anual de un compromiso que “no se rompe jamás”, dice el expresidente, prueba de que “aún estamos aquí” pese a quienes “nos querrían vencidos”. El expresidente enmarcó la lucha como “larga y difícil”, pero “el camino más seguro” para la “supervivencia de Cataluña”:
El giro comunicativo es claro. Ante la evidencia de una convocatoria menguante respecto a los años del procés, las principales voces del espacio procesista han optado por reescribir la Diada como éxito cualitativo. La consigna “seguimos aquí” opera así como antídoto frente al pinchazo y como intento de mantener cohesionada a una base que ya no se moviliza como antes.
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