Una pareja de personas mayores caminando por una calle urbana, el hombre lleva una maleta con ruedas y la mujer viste un atuendo tradicional.
POLÍTICA

'Hay niñas a las que obligan a casarse': la realidad del multiculturalismo en el Raval

Al llegar a la adolescencia las aíslan socialmente como paso previo al matrimonio forzado

Algunas formaciones políticas en Cataluña llevan tiempo denunciando que el islam es incompatible con los valores occidentales. Advierten así mismo de los peligros de fomentar la inmigración masiva, constatando el fracaso del modelo multicultural. La Generalitat ha multado a los líderes de estos partidos por considerar que están difundiendo mensajes de odio y discriminación.

Frente al relato que el poder político y mediático se empeña en seguir sosteniendo, está la realidad. Esta se manifiesta con toda su crudeza en barrios de las grandes urbes con altos porcentajes de inmigración islámica. Es el caso del Raval, en Barcelona.

Una multitud de personas caminando por una calle concurrida en un día soleado.

Una agrupación de educadores de ocio ha alzado la voz contra una realidad alarmante en el Raval. Alertan de que desde la pandemia “se ha intensificado el control de las familias hacia los niños y niñas, vulnerando sus derechos y libertades”.

A través de un comunicado en X, advierten de un “retroceso en la libertad de elección” de estas niñas, por ejemplo con la ropa que se ponen. Y avisan que “estas jóvenes no pueden disfrutar de las mismas oportunidades que sus compañeros masculinos en las actividades de ocio”. Pero además, señalan de forma clara y contundente a "entidades religiosas concretas" como responsables de este "control social". 

Aumentan los matrimonios infantiles

La plataforma Per Elles, autora del comunicado, ha pedido difusión a los medios de comunicación así como a las instituciones y a las organizaciones feministas. Betevé ha sido uno de los medios que se ha hecho eco de la problemática. Han hablado con la Asociación Cultural de Mujeres Pakistanís (Acesop), y lo que han explicado invita a una seria reflexión.

Afirman que en el Raval, en el corazón de Barcelona, "las niñas están más controladas que nunca" y que las aislan socialmente como "paso previo" al matrimonio forzado. Los matrimonios infantiles han aumentado en Europa de forma alarmante desde la pandemia.

Esta y otras asociaciones culturales atribuyen claramente el aumento del control social a comunidades religiosas cerradas. Sobre todo en orígenes étnicos concretos como las comunidades pakistaní y filipina, que además son las más abundantes en el Raval. 

En cambio, otras asociaciones culturales como Ibn Battuta o el Centro Islámico Camí de la Pau niegan el problema. Hablan de casos aislados y apelan a la mediación como vía para solucionarlos. Una perspectiva que contrasta radicalmente con la denuncia efectuada por los educadores de ocio, cuyas afirmaciones resultan de lo más inquietantes.

No pueden ni ir solas por la calle

Según estos profesionales las niñas abandonan las actividades sociales y de ocio cuando cumplen los 12 años. Al llegar a la adolescencia dejan de ir a la piscina o de hacer actividades extraescolares, y no van a las excursiones o a las colonias. 

Las familias, influenciadas por las entidades religiosas de su comunidad, ejercen un férreo control social sobre sus hijas. Les impiden ir solas por la calle y les obligan a vestir tapadas para evitar mostrar el rostro. En los casos más extremos las aíslan socialmente para que no tengan contacto con los chicos y prepararlas para el matrimonio forzado.

Cuando estas chicas deciden revelarse se enfrentan a la marginación social, el repudio familiar o incluso a la amenaza física. Algunas son incluso objeto de malos tratos y torturas, y en el peor de los casos, de asesinato. 

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