
Niñas con velo islámico: polémica por un campus para niños musulmanes en Gerona
Oriol Gès (AC): 'Cataluña no puede normalizar estos 'valores' que vulneran la libertad de los niños'
Un campus de verano dirigido exclusivamente a niños musulmanes ha desatado una fuerte controversia en Gerona. Se trata del llamado Mini Muslim Camp, organizado en las instalaciones de Can Caballé, en Estanyol. El programa, destinado a menores de entre 6 y 12 años, combina actividades recreativas con formación religiosa islámica.
Desde Aliança Catalana, su secretario de organización, Oriol Gès, ha cargado duramente contra esta iniciativa a través de redes sociales. “¿Cómo puede ser que Can Caballé acoja el 'Mini Muslim Camp' en Estanyol, Gerona?. ¡Un campamento que promueve el velo y el adoctrinamiento islámico desde los 6 años! Cataluña no puede normalizar estos 'valores' que vulneran la libertad de los niños... ¡Vergüenza!”, denunciaba en su mensaje.

Por su parte, VOX ha ido un paso más allá y ha exigido directamente la prohibición del campus. El diputado Alberto Tarradas considera que estas actividades "aparentemente inofensivas" buscan “adoctrinar y radicalizar a la comunidad islámica”. Tarradas también ha denunciado la “complicidad” del Ayuntamiento de Gerona y del Govern de Salvador Illa, a quienes acusa de "mirar hacia otro lado".
VOX sostiene que el campus está vinculado ideológicamente con los Hermanos Musulmanes, un movimiento islámico transnacional con una fuerte presencia en Europa y considerado un semillero ideológico del salafismo. Según Tarradas, estas iniciativas buscan reforzar “contracomunidades” dentro de Cataluña, con el objetivo de instalar legal y culturalmente el islam político en la sociedad española.
Cataluña, epicentro del activismo islámico
Más allá de esta polémica puntual, el debate se inscribe en un contexto más amplio de preocupación sobre la influencia creciente del islamismo en Cataluña. Como recordaba recientemente el activista saharaui Taleb Alisalem, Marruecos utiliza la inmigración como una herramienta geopolítica para consolidar su influencia exterior. Y Cataluña, con la mayor comunidad marroquí de España, se ha convertido en su laboratorio ideal.
Según datos de Idescat, más de 240.000 marroquíes residen legalmente en Cataluña, a los que se suman decenas de miles de nacionalizados y descendientes. Un informe del CNI citado por Alisalem ya advertía en 2009 de la existencia de una red de mezquitas y asociaciones financiadas por Rabat para ejercer control político y religioso.
De hecho, una de las características más distintivas del islam en Occidente es que en muchas ocasiones está tutelado por intereses externos. Se trata de un modo de infiltración social que se sirve de la tolerancia y libertades occidentales para crecer sin oposición. En Francia, esto ha llegado a ser admitido hasta por el Ministerio del Interior.
Más noticias: