Manos de una persona mayor siendo sostenidas por otra persona en un gesto de apoyo y cuidado.
POLÍTICA

Morir esperando la ayuda por dependencia en Cataluña: el drama de miles de catalanes

103.055 catalanes han fallecido desde 2017 esperando el reconocimiento o cobrar la prestación

La situación de las personas y las familias que esperan una prestación por dependencia en Cataluña es desesperada. Según un informe reciente, 103.055 catalanes han muerto desde 2017 esperando la ayuda. De estos, un 71% ya tenían reconocido el grado de dependencia pero nunca llegaron a cobrar la prestación.

Mujer de pie con vestido negro estampado de flores blancas frente a una bandera con franjas rojas y amarillas.

Se trata de una situación muy grave que evidencia el fallo de los servicios públicos para la gente más vulnerable en Cataluña. De hecho, la región catalana lidera la lista seguida por Andalucía con 83.254 casos. Las dos comunidades suman la mitad de fallecidos de todo el estado español esperando la ayuda de la dependencia.

Fallecidos esperando la ayuda de la dependencia

Comunidad
Fallecidos
Cataluña
103.055
Andalucía
83.254
País Valencià
37.481
Madrid
26.288
Canarias
23.351
País Vasco
19.355
Castilla La-Mancha
14.744
Extremadura
13.104
Aragón
12.470
Castilla y León
11.800
Asturias
11.115
Murcia
9.714
Islas Baleares
7.425
Galicia
6.557
La Rioja 
2.980
Navarra
2.804
Ceuta y Melilla
501

Fuente: Imserso

Son cifras del informe de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de los Servicios Sociales, publicado por el Observatori de la Dependència. Este atribuye los fallos del sistema a las bajas cantidades de las prestaciones y la poca intensidad de los servicios. En resumen, un servicio “poco eficaz” para atender a las personas dependientes en Cataluña.

La consejera de Derechos Sociales e Inclusión de la Generalitat, Mònica Martínez, ha anunciado un plan de choque para reducir las listas. Esperan bajar del año a los nueves meses. Detrás de las cifras están los dramas personales.

Casos reales más allá de las cifras

Álex cuenta que su madre tiene reconocido un grado dos de dependencia y llevan un año y medio esperando la ayuda. Todo, después de "luchar muchísimo" con la "horrorosa burocracia". Muestra su indignación por la forma "como se trata a nuestros padres y nuestros abuelos".

Otro caso es el de la madre de Lluís, que "no cobró ni un euro de la ley de dependencia pese a haberla tramitado con tiempo de antelación". Carga la culpa sobre "los políticos" que "no quieren solucionar los problemas de los ciudadanos".

Júlia explica que a su padre le llegó la notificación un año después de su fallecimiento. Otra persona explica que a su madre le llegó el reconocimiento de la dependencia una semana después de morir. "A mi abuela aún se la deben", dice otro, "hace siete años que falleció".

Una cuestión ética

Las redes están llenas de mensajes de personas que no han visto reconocido su grado de dependencia o que llevan años esperando cobrar la ayuda. También abundan los mensajes de catalanes indignados con todo lo que está pasando. Personas que llevan toda la vida aportando al sistema se ven abandonadas por este sistema.

Unos de los factores que explica el fallo del sistema es la infrafinanciación. Lo cual tiene que ver en parte con la falta de equilibrio entre territorios del Estado. Pero también con las deficiencias de los servicios públicos en Cataluña.

En parte por el mal funcionamiento de una administración que lleva años despilfarrando dinero público en cuestiones superficiales o ideológicas. El colapso de los servicios públicos está provocando una indignación generalizada. Y la ley de la dependencia es uno de los clasos más flagrantes, porque se trata de una cuestión ética.

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