
Más problemas para Oriol Junqueras: ERC implosiona en Gerona
El plan de la dirección nacional del partido de transmitir unidad e iniciativa en el territorio no despega
El proyecto de Oriol Junqueras de consolidar un liderazgo sin fisuras en ERC atraviesa serias turbulencias en uno de sus bastiones. La federación de Gerona se ha convertido en un foco de tensiones internas tras unas primarias disputadas voto a voto y ahora impugnadas. El episodio amenaza con abrir una grieta difícil de gestionar para la dirección en un momento en que Junqueras intenta proyectar estabilidad.
El origen de la crisis está en la elección del candidato a la alcaldía de Gerona de cara a las municipales de 2027. En la votación del pasado 18 de septiembre se enfrentaron Marc Puigtió, exalcalde de Sant Julià de Ramis y actual vicepresidente del Consell Comarcal del Gironès, y el veterano militante Adam Manyé, con experiencia en la administración educativa catalana. La asamblea local decidió por la mínima: 28 votos a 27 a favor de Puigtió, con un voto nulo que terminó inclinando la balanza. Pero, lejos de zanjar el debate, el resultado lo ha envenenado todavía más.
Impugnan el resultado
Un militante de la sección local presentó formalmente una impugnación ante la Comisión de Garantías de ERC. Denuncia que durante la jornada no se exigió documentación acreditativa a los votantes ni se comprobó su empadronamiento en Gerona. La queja sostiene que pudo producirse suplantación de identidad y que hubo sufragios emitidos por militantes no residentes en la ciudad. Entre ellos, por ejemplo, el polémico voto del alcalde de Sant Martí Vell, Robert Vila, cercano a Puigtió. La Comisión dispone de hasta noventa días para resolver el caso, un plazo que alarga la incertidumbre y mantiene en vilo a la militancia.

La sombra de la irregularidad ha disparado el malestar que ya existía en la base. Y es que Puigtió no es un perfil cualquiera dentro de ERC. Fue uno de los rostros visibles de la candidatura de Junqueras en las primarias y cuenta con apoyos relevantes en el entorno junquerista. Además, impulsó su propia plataforma, Moviment Gironí, que muchos en la federación interpretaron como un proyecto paralelo y con riesgo de diluir la marca republicana. La militancia local recela de su estilo personalista y de su predisposición a criticar la acción del actual gobierno municipal.
La situación ha degenerado en una fractura evidente. Por un lado, el sector de Puigtió, que confía en su capacidad de movilización, por otro, los que ven en Manyé un candidato con mayor arraigo. La diferencia de un solo voto y la impugnación han convertido lo que debía ser un proceso de refuerzo para Junqueras en un episodio de fragilidad. Porque, a todas luces, empezar una campaña con dudas sobre la limpieza de la votación no es el mejor indicador.
También hay turbulencias en Tarragona
El terremoto de Gerona se suma a los problemas que ERC arrastra en otras plazas clave como Tarragona. Allí, la pugna entre Xavier Puig y Saül Garreta mantiene dividida a la militancia. En ambos casos, Junqueras esperaba exhibir cohesión y músculo organizativo tras su reelección como presidente del partido. Sin embargo, lo que ha aflorado es una sensación de implosión interna, con federaciones locales reacias a plegarse a la dirección.
El reto de Junqueras es ahora doble: salvar la credibilidad del proceso en Gerona y evitar que la disputa local se convierta en un símbolo de la debilidad de su liderazgo. La Comisión de Garantías deberá pronunciarse sobre la impugnación, pero el daño político ya está hecho. La implosión gerundense refleja la dificultad de Junqueras para imponer orden y mantener unido a un partido que parece resquebrajarse desde dentro.
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