Jordi Évole y Jordi Basté, los últimos escuderos fieles de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez ha contado siempre con un reducido elenco de periodistas cuya fidelidad ha sido demostrada a prueba de bombas. Se trata de comunicadores y líderes de opinión cuya lealtad al ‘sanchismo’ no se ha visto quebrantada ni en los momentos más difíciles. Ni ante las informaciones más sonrojantes que han ido apareciendo estos últimos meses, y que harían dudar incluso a los aduladores con menos escrúpulos.

De hecho, algunos empezaron a bajarse del barco tras estallar el escándalo de Santo Cerdán. Pero otros se han mantenido fieles, y parecen conminados a permanecer firmes hasta el último suspiro. Entre ellos destacan dos nombres, Jordi Évole y Jordi Basté.

La polémica columna de Jordi Évole

Jordi Évole utilizó su última columna en La Vanguardia para arremeter contra los “fascistas” que llaman “hijo de puta” a Pedro Sánchez. Dotando su victimismo del habitual tono irónico, el periodista catalán sale en defensa del Presidente del Gobierno. En estos casos siempre surge la misma duda, por qué Évole no ha escrito columnas cuando los insultos los sufrían otros.

El productor advierte de que hay “una parte de la población cada vez más desinhibida, descarada, con un fin común: odiar a un presidente”. Incluso se mofa de los españoles que sufren la delincuencia diaria en sus barrios, diciendo que “no se pueden pagar las alarmas que anuncian machaconamente en todas las teles”.

Como si del jefe de prensa del PSOE se tratara, desliza la teoría de la conspiración de grandes empresarios e influyentes periodistas que quieren acabar con Sánchez como sea. Su contribución a la causa sanchista concluye de forma épica. "Hay mucha más gente callada que tiene clarísimo que podemos ir hacia un retroceso histórico", escribe.

La sutil defenda de Jordi Basté

Jordi Basté se muestra más moderado, pero también ejerce una sutil defensa de Pedro Sánchez en su peor momento. El conductor de El Món a Rac1 ha dedicado estos días generosos alegatos a favor del Presidente.

Esta semana dedicó su editorial a las cloacas y la podredumbre de la política española. Pero, pese a la corrupción que acecha al PSOE y la degradación de la política en torno al Gobierno de Pedro Sánchez, Basté centró sus críticas en Alberto Núñez Feijóo.

Afirma que “el PP se ha olvidado de gobernar, de hacer oposición digna o de defender ideas”. Y que “el PSOE, harto de tanto veneno, se revuelve y entonces se trata de ver quien hunde más al otro en el fango”. Dice que “Feijóo se ha quitado la máscara”, y que “va desatado, embarcado en una orgía de bajeza que no tiene límites”.

Basté lamenta que el PP “embarre el debate con prostitutas” y que Feijóo “disfrace con sonrisas infantiles lo que en realidad es un insulto de taberna”. Se refiere al famoso “me gusta la fruta”, y aquí es donde se cierra el círculo con el artículo de Jordi Évole. Fue el propio Basté quien hace una semanas criticó que se hurgara en la familia de Sánchez y su relación con los prostíbulos.

Mucho que perder

Jordi Évole y Jordi Basté tienen en común que ambos han aumentado su fama y su prosperidad a la sombra del sanchismo y el procesismo. El primero multiplicó los beneficios de su productora a la sombra del poder que le brindó el sanchismo a cambio de su defensa a ultranza. El segundo forma parte del establishment mediático de la prensa subvencionada catalana, afín al poder.

Los dos tienen muchos que perder si Pedro Sánchez cae, y por eso le defienden con uñas y dientes hasta el final. Son los últimos escuderos fieles de Pedro Sánchez, dispuestos incluso a pasar por alto la corrupción del PSOE desviando la atención.