Dos hombres vestidos con traje azul caminan juntos al aire libre mientras conversan
POLÍTICA

La hora de la verdad: Los presupuestos marcan el futuro de Pedro Sánchez y Salvador Illa

Moncloa pone hoy en marcha la maquinaria para presentar las cuentas

Si algo ha caracterizado a Pedro Sánchez durante la actual crisis del PSOE ha sido un desaforado optimismo en su capacidad de revertir la situación. Cuando todos daban a su Gobierno por muerto, el Presidente dio órdenes a los suyos de no rendirse. Y a pesar de todas las adversidades, incluidas la corrupción y la pérdida de la mayoría parlamentaria, su plan de agotar la legislatura sigue inalterable.

Hombre con gafas y traje oscuro hablando en un atril con fondo verde y el texto Per Catalunya

Tanto es así que el Presidente del Gobierno ha convocado este lunes el Consejo de Política Fiscal y Financiera como paso previo a la presentación de los presupuestos. La vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, presentará a las autonomías su propuesta de senda de déficit. Tras su aprobación el martes, en la reunión del Consejo de Ministros, se pondrá en marcha la maquinaria para presentar las cuentas.

Pedro Sánchez está dispuesto a presentar los presupuestos para 2026 al Congreso de los Diputados para su votación. Junts ya ha anunciado que votará en contra, lo cual deja a Sánchez sin la mayoría necesaria para aprobarlos. La no aprobación de los presupuestos dejaría al Gobierno socialista al borde del desastre.

Pero entonces, ¿por qué presenta Pedro Sánchez las cuentas si sabe que no las va a poder aprobar? La razón está una vez más no en el interés general, sino en la estrategia política.

Los presupuestos como arma política

En primer lugar, Pedro Sánchez quiere escenificar que todo marcha bien. Tras anunciar Puigdemont su ruptura con el PSOE, Pedro Sánchez mandó un mensaje de tranquilidad y confianza en la posibilidad de reconducir las relaciones. Estos últimos días ha insistido en recuperar la senda de la negociación, y presentar los presupuestos es una forma de decir a Junts, pero también a la oposición, que la partida no ha terminado.

Pero además, poner en marcha la maquinaria de los presupuestos puede servir al PSOE como medida de presión a Junts. Los juntaires siguen enquistados en el ‘no’, pero Pedro el debate de los presupuestos al Congreso obligará a Junts a posicionarse con el bloque de investidura o con PP y Vox. Además, si acaban tumbando los presupuestos, Sánchez quiere que quede claro que quien ha roto el acuerdo es Puigdemont y no el PSOE.

Otra razón es que los presupuestos permiten a Moncloa ganar tiempo y ofrecer nuevas concesiones para recuperar la confianza de Junts. Esto abre una ventana también para la negociación con ERC, que tras el portazo de Junts aparece nuevamente como socio preferencial de Sánchez. De hecho, los republicanos ya han allanado el camino para la aprobación de las cuentas eliminando la exigencia de la recaudación del IRPF en Cataluña.

La realidad es que Sánchez lo tiene muy crudo para aprobar los presupuestos, y ya lo tiene todo preparado para gobernar sin ellos un año y medio más. Lo cual demuestra que presentar las cuentas ahora es puro teatro y estrategia política.

Salvador Illa

La otra cara de esta historia es Salvador Illa, que se encuentra también en el alambre por la dificultad de aprobar los presupuestos. Su futuro político depende en buena medida del de Pedro Sánchez. La extrema debilidad del Gobierno central, y en última instancia su eventual caída, repercutiría negativamente en un ejecutivo catalán con una mayoría parlamentaria muy frágil.

Dos hombres con traje conversan sentados en sillones blancos con las banderas de España y Cataluña detrás de ellos

Illa lo tiene más fácil para aprobar las cuentas, dada la necesidad tanto de ERC como de los Comuns. Pero la negociación no será fácil y tanto republicanos como ecosocialistas quieren aprovechar la debilidad del Govern para imponer sus exigencias. Esto obliga a Illa a ceder, renunciar a su obra de gobierno y atarse cada vez más a unos socios en caída libre.

El Gobierno de Pedro Sánchez sigue siendo un sostén para Illa, y si cae lo dejaría aún más debilitado. Por eso la aprobación de los presupuestos es esencial para Illa para espantar las dudas y estabilizar la legislatura.

Las próximas semanas serán decisivas para esclarecer el futuro político de Pedro Sánchez y comprobar si realmente es capaz de resistir sin presupuestos ni capacidad legislativa. Serán también clave para tomar el pulso a un Salvador Illa en pleno impasse de su gobierno. En cierta medida, también, lo que suceda marcará el futuro de los partidos procesistas.

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