19.000€: la factura que pagarán los barceloneses por culpa de los okupas de la Massana

El desalojo del edificio de la Antiga Escola Massana en el Raval, Barcelona, acabó con enfrentamientos entre manifestantes y la policía este martes. La concentración posterior al desalojo derivó en una batalla campal con contenedores ardiendo, barricadas y lanzamientos de piedras por parte de los grupos antisistema.

El ayuntamiento de Barcelona ha hecho balance de los desperfectos y su coste a cargo del presupuesto municipal. Son en total 16 contenedores quemados y 41 pintadas, que costarán 19.000 euros a la ciudad.

Restablecer los contenedores costará 16.000 euros, y sacar las pintadas 3.000.

Los operarios municipales ya han empezado las labores para borrar el rastro de la batalla campal que tuvo lugar el martes. Mientras, el edificio permanece custodiado por agentes de la Guardia Urbana, y servicios técnicos están trabajando en el interior. Los cinco detenidos durante las protestas han quedado en libertad provisional con cargos por desórdenes, atentado contra la autoridad, lesiones y daños.

22 policías y 80 manifestantes heridos

El portavoz sindical de Mossos, Toni Castejón, ha informado que hay cinco guardias urbanos y al menos 17 mossos heridos. También se refiere a los destrozos en furgonas y la violencia a la que se enfrentó la policía con lanzamientos de pierdras y contenedores ardiendo.

Así mismo ha lamentado que no haya habido una condena pública de las autoridades políticas en Cataluña. 

Quien sí se ha manifestado ha sido el presidente del PP en Cataluña y diputado, Alejandro Fernández. Ha mostrado su apoyo a los servidores públicos "que garantizan la seguridad de todos". Y ha pedido "tolerancia cero" con el "vandalismo perroflautista, violento, contemplativo y jeta".

Por su parte, los okupas y organizaciones izquierdistas afines han cifrado en ochenta los manifestantes heridos. También hubo siete detenidos, cinco de los cuales ya están en libertad. Defienden la Antiga Massana como "un símbolo de la lucha de la clase trabajadora contra la dictadura de políticos y empresarios".

La plataforma en defensa de la okupación de este edificio cuenta con un amplio apoyo entre los vecinos. Aseguran que el edificio servía como un espacio dinamizador para actividades lúdicas y humanitarias. Y critican al gobierno municipal ante lo que consideran un "duro golpe".

El conflicto irrumpe en un momento especialmente caldeado en torno al tema de la vivienda y el debate social en torno a la okupación. Este viernes la izquierda y grupos antisistema se han citado en otro desalojo en la Casa Orsola. El fundo buitre que ostenta la propiedad quiere echar a los inquilinos para destinarlo a alojamientos turísticos.