El dato que desmonta el relato oficial sobre el terrorismo de la extrema derecha
La prensa subvencionada propaga que la amenaza en Europa no es el yihadismo sino la ultraderecha
Europa se encuentra en el momento de máxima altera antiyihadista en años. El estallido de la guerra en Oriente Medio reactivó los llamamientos de los líderes islamistas a la yihad global, especialmente en suelo europeo. Desde entonces se han disparado las amenazas en países como España, donde se ha reforzado el nivel cuatro de alerta antiterrorista.
Una vez más, los medios afines al poder dan la espalda a la realidad para construir su propio relato. Tras el atentado del 20 de diciembre en un mercado navideño en Alemania, han bombardeado con un mensaje: el peligro en Europa no es el yihadismo, sino la extrema derecha.
El periódico digital Vilaweb advertía estos días que "los atentados de la extrema derecha aumentan de forma significativa en Europa". El mismo medio comparaba días atrás la denuncia del islamismo radical con la persecución de los judíos. Basta con acudir a los datos de Europol para demostrar que el relato de la prensa subvencionada no se sostiene.
Los datos de Europol lo desmienten
La Oficina Europea de Policía (Europol) publica periódicamente los datos de los ataques terroristas y las detenciones en función de su tipología. En el período 2021-2023, los atentados yihadistas superan con creces los de cualquier otra tipología. Incluidos los de la ultraderecha.
La estadística incluye atentados culminados o frustrados, así como arrestos vinculados a la actividad terrorista.
Según los datos, en 2021 hubo 260 atentados y detenciones de tipo yihadista, por 64 vinculados a la extrema derecha. Además, 19 estuvieron relacionados con la extrema izquierda y 26 con movimientos étnicos y separatistas. En 2022 la diferencia entre actos yihadistas y de iltraderecha es de 266 a 45.
El gran salto se produce en 2023, cuando los atentados y detenciones islamistas pasan a 334, por 26 de la ultraderecha. Está claro que al lado de la amenaza yihadista, los ataques ultraderechistas y de otras ideologías son una anécdota.
Objetivo, desviar el foco
En todo caso, el aumento de ataques ultraderechista tiene que analizarse como un fenómeno en auge aunque no mayoritario. Y mucho menos dominante, como la principal amenaza que intentan hacer ver algunos medios.
Ayer mismo, sin ir más lejos, la Policía Nacional capturó a cuatro menores que planeaban un atentado islamista en Elche. Las detenciones y las operaciones antiterroristas contra los islamistas radicales se han disparado este último año. Una realidad que muchos medio intentan maquillar, poniendo a la extrema derecha como principal amenaza en Europa.
Esto resulta aún más sangrante en un lugar como Cataluña, escenario de uno de los atentados yihadistas más brutales en suelo europeo. Ha sido precisamente la izquierda quien ha preferido ignorar a las víctimas de aquel atentado y blanquear a los terroristas.
El objetivo de la campaña de amplificación del terrorismo ultraderechista no es otro que desviar el foco de la atención: el problema real que supone tener en suelo europeo a una cantidad ingente de islamistas dispuestos a atentar.
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